05/05/2019 / Exitosa Noticias / Política / Actualizado al 09/01/2023
Por: Blanca Temoche
Ante la presión de las fuerzas políticas, que cuestionaban la ausencia de un plan de gobierno, el candidato por Cambio 90 no tuvo mejor idea de convocar a una conferencia prensa en el Hotel Crillón durante las celebraciones por semana santa para darlo a conocer a todo el país. Grande fue la sorpresa porque nunca apareció.
La ausencia del político en el Crillón no fue impedimento para que los hombres de prensa de ese entonces se trasladaran al domicilio ubicado en Surco en busca de respuestas.
A tanta insistencia de saber que había ocurrido, su entonces su esposa, la señora Susana Higuchi salió a la puerta a decir que Fujimori se había intoxicado comiendo “bacalao” ante la sorpresa de los hombres de prensa.
De ahí, se alojó junto a su familia en un hospedaje militar en Jesús María, donde comenzó a planear, en serio su propuesta al país. Entonces, mucho se hablaba que el exmilitar, Vladimiro Montesinos, ya lo asesoraba desde que salió a relucir el tema del bacalao. Muchos lo consideraron que ese fue el primer “psicosocial”.
Desde la instalación militar, Fujimori se dio tiempo para recibir a especialistas de diversos temas a plantearle salidas a la grave crisis que afrontaba el país, agobiado por la hiperinflación y los atentados terroristas. Ya entonces se evaluaba que su promesa del “No al shock” la estaba evaluando. El misterio se debeló cuando asumió el cargo: el 28 de julio de 1990.
En Palacio el día de su santo
Días antes de la asunción del mando, Alberto Fujimori se instaló en el Círculo Militar para invitar a personajes representativos de algunas fuerzas políticas a confomar su primer gabinete, hubieron quienes accedieron, pero otros seguían viendo con descofianza el plan de gobierno del reciente electo.
Fue así que el 28 de julio de 1990 al conmemorarse el 169 aniversario patrio asume la presidencia del Perú. Pero, las celebraciones también recaían a titulo personal porque el flamante gobernante nacido en una haciendo surcana celebraba sus 52 años de vida.
Lo acompañaba su vicepresidente, el empresario Máximo San Román y su carta como primer ministro al economista Juan Carlos Hurtado Miller.
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