Policial
Crímenes entrelazados

Empresario de San Isidro y profesor de Ate fueron acribillados con el mismo arma de fuego

Tras algunos meses desde que ocurrieron los crímenes, se ha confirmado que el asesinato del empresario de San Isidro y el profesor de Ate fueron perpetrados con el mismo arma.
Empresario de San Isidro y profesor de Ate acribillados con el mismo arma de fue (Composición Exitosa)
16-12-2024

En un inesperado giro de acontecimientos, un medio local sacó a la luz que la muerte del empresario asesinado en San Isidro y la del profesor que fue acribillado en la puerta de un colegio en Ate están relacionadas. 

En septiembre de este año, un hombre perdió la vida de cuatro balazos en pleno corazón de San Isidro por dos sicarios que llegaron a bordo de una moto lineal. Tan solo 17 días después, dos sujetos ingresaron a un colegio de Ate con el claro objetivo de acabar con la vida de un profesor. Hoy se sabe que ambos asesinatos fueron perpetrados con la misma pistola. 

¿Cómo se vincula la muerte del empresario con la del profesor?

Este hallazgo proviene del informe pericial de balística forense que revela que las balas que acabaron con la vida de Daniel Fernando Castillo Díaz y Julio César Pacheco provenían de la misma arma de fuego. 

"El profesor Pacheco Pimentel no fue asesinado por su condición de profesor ni por una extorsión. Básicamente fue objeto de un acto de sicariato porque él se encontraba reclamando 5 millones de soles como consecuencia de que se había tomado su identidad para simular la propiedad de un inmueble costoso en Paruro", expresó el jefe de la División de Homicidios Dirincri. 

Todo se remonta a una galería comercial en el jirón Paruro del Cercado de Lima que estaría valorizada en más de 7 millones de soles. Horas antes de su asesinato, Daniel Castillo Díaz fue visto ingresando a un centro de conciliación al que minutos previos ya había entrado el profesor Julio Pacheco.

Formaban parte de organización criminal, según PNP

La tesis policial sostiene que ambos eran integrantes de una red con un modus operandi bien estructurado. Al parecer, identificaban inmuebles de alto valor cuyos propietarios habían fallecido, falsificaban documentos de compra - venta y transferían los bienes a nombres de testaferros

Castillo se encargaba de las conexiones legales y el profesor era la fachada para encubrir la apropiación ilegal de los bienes. De esta manera habrían querido apropiarse de la galería del Jr. Paruro, la cual era administrada por la Beneficencia de Lima. La entidad dueña tenía un contrato de alquiler con la empresa Lima Futura SAC, cuya defensa era el empresario de San Isidro. 

Tras señalarle a la Beneficencia de Lima que ya no eran los propietarios de la galería, se dio a conocer que esta ahora estaba a nombre de una pareja de ancianos que habían fallecidos años atrás. 

De esta manera, se dio a conocer que el empresario de San Isidro y el profesor de Ate que fueron acribillados perdieron la vida a manos del mismo arma de fuego.