05/04/2022 / Exitosa Noticias / Mundo / Actualizado al 09/01/2023
Un nuevo baño de sangre se tomó una de las cárceles del Ecuador, la madrugada del último domingo. El Centro de Privación de la Libertad N.1, conocida como la cárcel de Turi, fue el epicentro de disparos, asesinatos y decapitaciones. El balance oficial habla de 20 presos muertos, cinco multilados y cinco heridos de gravedad.
Pese al hermetismo de las autoridades, se cree que la cifra de víctimas podría ser mayor. Desde que iniciaron los disparos, decenas de familiares de los presos que cumplen su condena en Turi se acercaron a los exteriores de la cárcel para obtener respuestas sobre el estado de los suyos.
Como en las masacres carcelarias del año anterior, fuentes extraoficiales han confirmado que ya se sabía que habría el amotina- miento de Turi desde hace una semana. Desde las 4:00 del domingo, las autoridades instalaron un puesto de mando unificado para desplegar acciones que les permitan controlar la violencia dentro de la prisión.
Incluso la Fuerza Aérea trasladó a más uniformados para que apoyen a los 800 policías y militares que estaban en la prisión. La cárcel de Turi está al mando de una de las megabandas del país: Los Lobos. Esta es la segunda megabanda más grande del Ecuador. Se estima que 8.000 prisioneros se adhieren a la pandilla.
En la cárcel de Turi, Los Lobos mandan dentro de la prisión de 1.600 reclusos. La violencia carcelaria afecta también a los reclusos que no pertenecen a ninguna banda o que intentan mantenerse al margen del conflicto. Varios presos subieron a los techos de la prisión con telas blancas, que ondeaban como banderas.
Asesinatos en el 2021
Los baños de sangre en las prisiones ya dejaron en 2021 más de 315 reos asesinados. Las autoridades aseguran que la violencia se genera por las pugnas de poder entre las bandas criminales que controlan las cárceles y que están relacionadas con el narcotráfico.
Al mismo tiempo, la violencia en las calles se ha duplicado en los primeros meses del 2022, al igual que las incautaciones de drogas. La seguridad y la rehabilitación del sistema penitenciario es pan de todos los días.