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Una ola de agua dulce desafía a los surfistas en la Amazonía brasileña

La Pororoca es una ola de agua dulce en la Amazonía brasileña que atrae a surfistas por su singularidad y desafío.

Una ola de agua dulce desafía a los surfistas en la Amazonía brasileña
Una ola de agua dulce desafía a los surfistas en la Amazonía brasileña (AFP)

27/04/2023 / Exitosa Noticias / Mundo / Actualizado al 27/04/2023

El surf en la Amazonía brasileña es una experiencia única y desafiante que comienza dentro del río, donde los practicantes esperan montar la Pororoca, una de las olas más admiradas y temidas del mundo. Este fenómeno ocurre dos veces al año cuando las aguas oceánicas del Atlántico chocan con las corrientes de los ríos amazónicos durante la marea alta, creando una avalancha amarronada de hasta cuatro metros de alto que recorre el río Mearim dos veces por día. La Pororoca, que significa "gran estruendo" en la lengua indígena tupí guaraní, se manifiesta generalmente en marzo y septiembre, durante los días de luna llena y nueva.

Ernesto Madeira, un surfista experimentado de 29 años, describe la Pororoca como una ola con una energía diferente a cualquier otra, y una conexión especial con la naturaleza. Miles de surfistas de la región y de otras partes de Brasil se unen al desafío poco convencional de navegar esta ola única, muchos acostumbrados a navegar olas en mar abierto.

En el pasado, la Pororoca fue mitificada como un monstruo debido a que su paso suele inundar tierras bajas aledañas al curso de los ríos, causando trastornos. Montarla es muy diferente a surfear una ola de mar, y sus obstáculos incluyen troncos de árboles o ramas sueltas bajo el agua, así como encuentros indeseados con yacarés o anacondas.

El surf de río se practica como un rito colectivo, con los practicantes animándose mutuamente y saliendo juntos a nadar sobre sus tablas hasta encontrar un buen punto donde esperar la llegada de la ola. En Arari, la Pororoca se está convirtiendo en un atractivo turístico, y aunque las olas no son tan altas como las del mar, pueden durar casi una hora hasta desintegrarse completamente, con una velocidad promedio de 30 kilómetros por hora.

A pesar de los obstáculos y peligros, los surfistas experimentados y novatos describen la experiencia de surfear la Pororoca como una sensación única en el cuerpo, que no se puede explicar con palabras. Es una conexión especial con la naturaleza y un desafío emocionante que ha atraído a miles de surfistas a los ríos amazónicos cada año.

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