Un grupo armado mata a tiros a nueve personas en el norte de Ecuador
Un grupo armado de al menos 30 personas atacó un puerto de pescadores artesanales en la provincia de Esmeraldas, en Ecuador, matando a nueve personas e hiriendo a varias más. Los atacantes llegaron al puerto en lanchas y automóviles y abrieron fuego contra los pescadores y la población local que se encontraba en el lugar en ese momento.
La mayoría de las víctimas eran pescadores, pero no se ha revelado la identidad de los fallecidos. Ante ello, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, prometió capturar a los responsables del ataque y la Armada ecuatoriana anunció un despliegue de efectivos para intensificar las operaciones militares por aire, mar y tierra y localizar a los atacantes.
A su turno, el ministro del Interior de Ecuador, Juan Zapata, explicó que el ataque fue resultado de la rivalidad entre bandas organizadas que controlan la región y que los pescadores involucrados habían optado por unirse a una de ellas para garantizar su seguridad. El gobierno de Lasso ha declarado estado de excepción en la provincia de Esmeraldas para combatir los altos índices de violencia y criminalidad en la región, que es considerada una de las más inseguras del país.
Ecuador se encuentra en una posición estratégica en la región, ya que está situado entre los principales productores de cocaína del mundo, Colombia y Perú, y es utilizado como corredor para el tráfico de drogas hacia Europa y Estados Unidos. El país ha experimentado un aumento en la tasa de homicidios en el último año, con un aumento del 80% en 2022 en comparación con 2021. La provincia de Esmeraldas ha sido especialmente afectada por la violencia y ha sido objeto de varios estados de excepción en los últimos meses.
La escalada de la violencia en Ecuador ha sido atribuida en gran medida al aumento del narcotráfico y las luchas entre bandas criminales por el control de los territorios de producción y tráfico de drogas. El gobierno de Lasso ha adoptado medidas para enfrentar la situación, incluyendo la intensificación de las operaciones militares y la declaratoria de estados de excepción en varias regiones del país. Sin embargo, la violencia sigue siendo un problema grave en muchas partes de Ecuador, y se espera que las autoridades sigan enfrentando grandes desafíos para restaurar la seguridad en la región.