Un año después, los reporteros extranjeros aguantan en el frente ucraniano
Cuando se inició la invasión, el 24 de febrero de 2022 "todo el mundo pensaba: 'estos pobres ucranianos, son muy, muy valientes, es formidable ver cómo luchan, pero en dos meses esto se habrá acabado", recuerda Florence Aubenas, enviada especial del diario francés Le Monde.
Esta veterana corresponsal de guerra ya ha estado cinco veces sobre el terreno.
Al contrario de otras guerras olvidadas en el mundo, las implicaciones económicas y geopolíticas de este cruento conflicto son demasiado elevadas para dejarlo de lado.
Aunque de hecho, en el este del territorio ucraniano ya se estaba librando una sangrienta guerra desde 2014, en la cuenca del Donbás, entre Kiev y los separatistas prorrusos, sin despertar excesivo apasionamiento. En cambio, a lo largo del último año, "12.000 periodistas ucranianos y extranjeros han sido acreditados" para cubrir la guerra que libra Ucrania contra el vecino invasor.
"Es enorme", asegura Jeanne Cavelier, de Reporteros sin Fronteras (RSF), quien evoca un "terreno fácilmente accesible para las redacciones, particularmente las europeas".
Censura rusa
El acceso desde el otro lado del frente es mucho más difícil, por no decir imposible, explica el reportero británico Tim Judah (The Economist).
"Es la principal diferencia de esta guerra respecto a muchas otras que he cubierto" deplora este periodista que no ha podido verificar aún si es cierto que las fuerzas ucranianas bombardean a civiles en Donetsk, como lo afirman los prorrusos.
"Intentamos hacer las cosas de forma equilibrada pero es cierto que es más difícil del lado ruso" confirma el reportero Emmanuel Peuchot, que ha reforzado la oficina de AFP en Kiev.
Las autoridades rusas organizaron viajes al frente para la prensa internacional, muy controlados, hasta los meses de verano de 2022. Desde entonces los medios occidentales ya no son bienvenidos, y ello coincide con las dificultades del ejército ruso. Solamente un puñado de elegidos pueden desplazarse al frente.
Cualquier información que las autoridades militares rusas consideren calumniosas puede conllevar sanciones penales. Por el momento, ocho periodistas han muerto en la guerra, y 19 han resultado heridos, según el saldo provisional de RSF.
En los últimos seis meses no se ha producido ninguna otra muerte, pero los bombardeos son intensos y los equipos en el frente sufren una "enorme fatiga mental", explica el responsable de informativos del grupo francés TF1, Thierry Thuillier, cuyos equipos pasan un promedio de tres semanas en el frente.
"Fatiga"
"Es una fatiga que no es visible, que no sentimos todos de la misma manera, porque enfrentas cuestiones de vida o muerte", confirma desde Ucrania el reportero Michel Scott de TF1.
La amplitud de este conflicto no tiene precedentes desde la II Guerra Mundial, asegura este veterano corresponsal bélico, que asegura haber cubierto "decenas de conflictos en los últimos 30 años".
Los ejércitos utilizan medios "extremadamente modernos", el saldo de pérdidas humanas "casi no ha bajado desde el principio".
"Cada conflicto tiene su particularidad en términos de riesgos, en este caso son los bombardeos", con "toda la gama imaginable de misiles y obuses".
Una reportera de la cadena árabe Al-Jazeera, Hoda Abdel-Hamid, precisa sin embargo que las líneas del frente "son claras" y que "las zonas peligrosas están bien delimitadas", aunque "se producen bombardeos en ciudades". En comparación con el caos, la pobreza y el pillaje de las guerra en Irak o en Afganistán, en Ucrania "reina el orden y las instituciones funcionan".
Enviado especial de la emisora de radio española Cadena Ser, Nicolás Castellano explica que su trabajo es "muy fácil" en comparación con sus experiencias en la República Democrática del Congo, Somalia o Sudán del Sur.
"Tienes internet en cualquier momento, puedes enviar tu información desde cualquier lado, subirte a un tren", explica este reportero, que además dice que con Ucrania no tiene que "pelearse" con sus superiores para pasar en directo.
Todos los enviados especiales consultados confirman que volverán en un momento u otro a Ucrania. El conflicto "durará aún mucho tiempo", predice Emmanuel Peuchot.
"Quisiera estar presente cuando se produzca la paz, las negociaciones. Y cuando ese país sea reconstruido, me encantaría también estar presente ahí", confía la periodista de France Télévisions Maryse Burgot, de retorno de su séptima misión al frente.