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Madre lucha por su regreso

Ucrania denuncia "lavado de cerebro" de niños por ocupantes rusos

Ana María, niña ucraniana de 6 años, sufre lavado de cerebro en territorio ruso ocupado.
Ucrania denuncia "lavado de cerebro" de niños por ocupantes rusosc (AFP)
20-07-2023

Ana María, una niña ucraniana de seis años, vivió un año en una zona ocupada por Rusia, donde aprendió a llamar a Vladimir Putin "tío Vova" y creyó que era "el presidente del mundo". Su madre, Katerina Skopina, era teniente en una unidad médica, mientras que su padre trabajaba como conductor en un hospital militar. Desafortunadamente, en mayo de 2022, ambos fueron capturados por las fuerzas rusas en Mariupol, una ciudad del sudeste de Ucrania. Ante esta situación, tuvieron que confiar a Ana María a sus abuelos paternos, quienes apoyaban a los ocupantes y la mantuvieron en un pueblo a 60 km de Mariupol, en territorio controlado por las fuerzas de Moscú.

Durante su tiempo allí, Ana María asistió a una guardería donde, según denuncia su madre, existían programas de lavado de cerebro. En una llamada telefónica con su madre, la niña preguntó quién era "tío Vova" y por qué era el presidente de todo el mundo. Este caso no es aislado, ya que desde el inicio de la guerra en 2014, se estima que alrededor de 1,5 millones de menores han caído bajo el control del ocupante en Ucrania.

Mikola Kuleba, excomisario de los derechos del niño y fundador de la ONG "Save Ukraine", trabaja para repatriar a estos niños a Ucrania. Según él, muchos de ellos han adquirido la ciudadanía rusa y desarrollado odio hacia Ucrania debido al lavado de cerebro al que han sido sometidos. En marzo, la Corte Penal Internacional emitió una orden de detención contra Putin y María Lvova Belova, comisionada presidencial rusa para los derechos del niño, por el crimen de guerra de "deportación ilegal" de niños ucranianos desde el inicio de la invasión rusa.

Skopina finalmente logró recuperar a su hija con la ayuda de funcionarios ucranianos que negociaron con Rusia. Sin embargo, tras su regreso, notó que Ana María mostraba resistencia a hablar en ucraniano y prefería hablar en ruso. Kuleba destaca que el principal objetivo de Rusia es transformar a estos niños en rusos y destruir su identidad ucraniana, incitándoles odio hacia su país de origen.

Ana María se adaptó rápidamente a su vida en el territorio controlado por Kiev, aprendiendo rápidamente las palabras de una canción popular ucraniana. Ahora, sus padres están luchando legalmente contra los abuelos paternos por la detención ilegal o secuestro de la niña. El caso de Ana María es solo uno de muchos, y destaca la necesidad de abordar el problema de los menores afectados por la ocupación y el lavado de cerebro, buscando proteger sus derechos y su identidad.

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