Trump calificó como "maníacas de la izquierda" al equipo olímpico de fútbol femenino de EE.UU.
El expresidente estadounidense Donald Trump criticó este jueves a las futbolistas de Estados Unidos, lideradas según él por "maníacas de izquierda", por perderse el oro olímpico en los Juegos de Tokio, atacando particularmente a la estrella Megan Rapinoe.
El exmandatario republicano, que antes de los Juegos de Tokio alentó a sus seguidores en un mitin a abuchear a la selección nacional de fúbtol femenino, sugirió falsamente en un comunicado que las deportistas se habían negado a pararse ante el himno nacional durante el torneo.
"Si nuestro equipo de fútbol, encabezado por un grupo radical de maníacas de izquierda, no fuera 'woke', habrían ganado la medalla de oro en lugar del bronce. 'Woke' significa que pierdes, a todo lo que es 'woke' le va mal, y a nuestro equipo de fútbol ciertamente le ha ido mal", afirmó Trump.
Originado en Estados Unidos, el término 'woke' alude a tener conciencia de la desigualdad social, tanto con relación a la raza, como al género y la orientación sexual.
Las campeonas del mundo acababan de vencer a Australia 4-3 para asegurarse el tercer lugar, impulsadas a la victoria por un doblete de Rapinoe, la campeona mundial de fútbol y Balón de Oro 2019 conocida por su pelo corto teñido de colores brillantes.
Pero Trump no estaba de humor para felicitar a Rapinoe, una de las varias jugadoras homosexuales del equipo, por ganar una medalla reñida.
"¡La mujer del cabello púrpura jugó terriblemente y pasa demasiado tiempo pensando en la política de la izquierda radical y no haciendo su trabajo!", aseguró.
Activista feminista, en primera línea de la lucha por los derechos LGBT desde que salió del armario en 2012, Rapinoe, de 36 años, también está muy comprometida políticamente.
En las elecciones presidenciales de 2020 hizo campaña por el demócrata Joe Biden en contra de Trump, a quien describió como un "nacionalista blanco" en una entrevista con Vice TV.
En junio de 2019, Trump arremetió contra la estrella por decir que no visitaría la Casa Blanca mientras él estuviera allí.
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