Tribunal Supremo de Rusia prohíbe movimiento LGTBQ por considerarlo 'extremista'
Decenas de organizaciones internacionales han criticado fuertemente la decisión del Tribunal Supremo de Rusia, que la mañana del presente viernes prohibió al movimiento LGTBQ en el país, por considerarlo 'extremista'.
"Reconocer el movimiento internacional cívico LGBT como una organización extremista y prohibir sus actividades en territorio de Rusia", indicó el juez Oleg Nefédov en la culminación de la sentencia.
Esta medida incluirá la propaganda, publicidad e interés de las personas por integrar las filas del movimiento LGTBQ, por lo que se presume que activistas podrían comenzar a ser perseguidos en un acto de clara homofobia.
Este fallo llega luego de la demanda del Ministerio de Justicia ruso, que alegó "indicios y manifestaciones de orientación extremista, incluida la incitación a la discordia social y religiosa".
Larga audiencia
Con más de cuatro horas de duración y participación únicamente de funcionarios del Ministerio de Justicia, el juez dispuso que el dictamen sea de cumplimiento "inmediato", eliminando cualquier propaganda relacionada con el movimiento LGTBQ.
Pero aquí inician una serie de contradicciones, debido a que el Ministerio de Justicia demandó a la Corte Suprema para que proscribiera un movimiento que en realidad no existe. Hasta antes del proceso judicial, en Rusia no existía el "movimiento internacional cívico LGBTQ".
Sin embargo, en afán de defender los derechos de la diversidad sexual en Rusia, un grupo de activistas terminó conformando este movimiento para participar únicamente de la audiencia, que eventualmente los rechazó en la corte.
Con esta declaratoria, cualquier persona juzgada por ser parte del movimiento LGTBQ podría enfrentar hasta 10 años de prisión.
Organismos condenan medida
Múltiples activistas de derechos humanos han advertido que incluso mostrar la bandera del arcoíris podría ser motivo de detención. La ONU ha calificado a la medida como 'discriminatoria'.
"Tal decisión condena a defensores de derechos humanos y a cualquier persona que defienda la causa del colectivo LGBT a ser etiquetados como extremistas, algo que les puede costar graves consecuencias sociales y penales en Rusia", advirtió el comisionado Volker Turk.
El funcionario de la ONU condenó la decisión, alegando que "nadie debería ser encarcelado por trabajar por los derechos humanos".
"Convertiría en delito cualquier paso en defensa de los derechos LGBTI. Podría encarcelarse a personas por cargos infundados de extremismo si el Estado sencillamente las considera parte del denominado 'movimiento público internacional LGBT'. Incluso símbolos como la bandera arcoíris podrían prohibirse por considerarse extremistas", comentó.
La decisión del Tribunal Supremo de Rusia de prohibir el movimiento LGTBQ ha desatado la polémica de organismos de igualdad alrededor del mundo, y probablemente tenga efectos dentro del país.