Sudamérica: Un país del continente estaría predestinado a quedarse sin agua en el año 2040
La preocupación global por el acceso al agua potable ha cobrado gran relevancia, especialmente frente a los desafíos que plantean el cambio climático y el crecimiento de la demanda. En este difícil contexto, Sudamérica se presenta como una región particularmente vulnerable, con proyecciones alarmantes hacia el 2040 que podrían colocar a uno de sus países entre los 25 con mayor escasez de agua.
Este panorama requiere una reflexión profunda sobre la gestión de los recursos hídricos y la adopción de medidas de adaptación necesarias.
De acuerdo con estudios recientes, en los próximos 16 años, tres países sudamericanos enfrentarán escasez de agua, pero solo uno de ellos se verá sumido en una situación crítica que afectaría a toda la región.
Sin medidas firmes, este país podría enfrentar un problema sin precedentes, exacerbada por el cambio climático, el aumento constante de la demanda hídrica y eventos climáticos extremos como El Niño.
¿Cuál es el país afectado?
Chile es la nación afectada por el desafío más significativo dentro de Sudamérica en términos de escasez de agua. Los análisis sugieren que, para el 2040, este país sufrirá una reducción dramática en la disponibilidad de agua dulce y, además, se ubicará entre las 25 naciones del mundo con mayor estrés hídrico.
Esta situación se debe a la sobreexplotación de los recursos hídricos, el cambio climático y la creciente inestabilidad de los patrones meteorológicos.
¿Qué otros países serían afectados?
En el continente, Perú y Argentina serían otras de las naciones que aparecen en la lista de países que tendrán difíciles desafíos considerables por la escasez de agua hacia 2040. Nuestro país enfrentará un estrés hídrico que incrementará debido a las problemáticas del fenómeno del niño, que afecta principalmente a la costa y a la sierra.
Por otro lado, el gobierno argentino enfrentará el impacto de esta problemática en sus extensas áreas agrícolas, las cuales son fundamentales para su economía. Esta reducción en la disponibilidad de agua para riego amenaza con afectar la producción agrícola y podría tener consecuencias significativas en diversos sectores económicos del país.
Haciendo un recuento, se anticipa que el déficit de agua podría aumentar significativamente, alcanzando un alarmante 70% para el año 2040, lo que representa un aumento significativo desde el actual 40%.
Esta situación plantea un serio desafío para países como Australia, Indonesia, Filipinas, Mongolia, Namibia, Sudáfrica, Botsuana, Perú, Chile y varias naciones del norte de África, que se verán expuestos a un alto riesgo de escasez de agua en los próximos años.
De esta forma, se puede concluir con esta investigación, que el país de Sudamérica que sufrirá el quedarse sin agua para el año 2040 es Chile, siendo uno de los que sufrirá mayor estrés hídrico.