Sequía y calor alimentan incendios forestales sin precedentes en Canadá
Alberta, en el oeste de Canadá, está experimentando incendios forestales de una magnitud sin precedentes debido a la combinación de vegetación seca, temperaturas récord y fuertes vientos. Estos fenómenos son ejemplos claros de los impactos del cambio climático, afirman los científicos.
Canadá se está calentando más rápido que el resto del mundo debido a su ubicación geográfica, lo que indica que este tipo de eventos se repetirán con mayor frecuencia en el futuro. Hasta ahora, se han quemado aproximadamente 390,000 hectáreas, diez veces más que en un año normal, y la situación aún está en sus primeras etapas. Danielle Smith, primera ministra de la provincia de Alberta, ha declarado el estado de emergencia y alrededor de 30,000 personas han sido evacuadas de sus hogares mientras los bomberos luchan por controlar las llamas.
Según Yan Boulanger, especialista en incendios forestales del Ministerio de Recursos Naturales de Canadá, la mayoría de los incendios son provocados por actividades humanas, como colillas de cigarrillos mal apagadas, fogatas negligentes o incluso actos intencionales. La combinación de la falta de nieve en el suelo y la ausencia de verdor en las plantas durante la primavera aumenta el riesgo de incendios en la región.
En mayo, se produjo un fenómeno meteorológico inusual que trajo calor y sequía a la provincia. Un pico de alta presión impidió las precipitaciones y se establecieron nuevos récords de temperatura en la región, como los 28.9 °C registrados en Edmonton y los 32.2 °C en Fort McMurray. Además, los fuertes vientos, generados por las diferencias de temperatura entre el norte y el sur, empeoraron la situación. Esta combinación de factores climáticos desencadenó una "tormenta perfecta" para los incendios.
Según los expertos, el cambio climático provocado por los humanos está alargando la temporada de incendios y aumentando la frecuencia de las condiciones climáticas extremas. Esto interfiere con la regeneración de los bosques y puede provocar la disminución de las áreas boscosas a favor de los pastizales. Además, los incendios forestales liberan grandes cantidades de gases de efecto invernadero, lo que intensifica aún más el cambio climático, creando un ciclo de retroalimentación entre los incendios y el clima.
Las proyecciones indican que, en escenarios de calentamiento más intenso, hasta el 50% del bosque boreal de Alberta podría convertirse en pastizales para finales del siglo XXI. Esto tendría graves consecuencias para las especies de aves migratorias y los caribúes que dependen del bosque para su hábitat.
En resumen, los incendios forestales sin precedentes en Alberta son una clara señal de los impactos del cambio climático. La combinación de condiciones climáticas extremas y la actividad humana está exacerbando esta crisis. Es fundamental tomar medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y abordar el cambio climático de manera efectiva, a fin de proteger los ecosistemas y