Se estima que el 35% de las muertes por COVID-19 en el mundo están en América Latina
Algunos catalogan el avance del virus por el factor Brasil, es decir la variante de Manaos que se ha extendido en toda América Latina. Hoy representa el 35% de todas las muertes por coronavirus del mundo. Ahora los gobiernos no solo enfrentan la pandemia, también las mayores contracciones económicas del mundo.
Un reporte de la web periodística Infobae rememora cómo ha venido avanzando la pandemia en la región. Uruguay, que alguna vez fue celebrado como un país modelo en el control del coronavirus, ahora tiene una de las tasas más altas de defunción del mundo.
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Lo lamentable es que los conteos diarios de fallecimientos han alcanzado cifras récord en Argentina, Brasil, Colombia y Perú en los últimos días. Incluso Venezuela, donde el gobierno autoritario sobresale por esconder las estadísticas de salud y acallar cualquier insinuación de descontrol, reporta que las muertes por coronavirus han aumentado 86% desde enero.
Mientras en algunos de los países más ricos del mundo se ve un gran avance de la vacunación, la crisis en América Latina -en particular en Sudamérica- ha empeorado de manera alarmante ya que las dosis están llegando a cuentagotas.
La semana pasada, América Latina representaba el 35 por ciento de todas las muertes por coronavirus en el mundo, a pesar de tener solo el 8 por ciento de la población global, según datos recabados por The New York Times.
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Latinoamérica ya era una de las regiones más afectadas en 2020 y había visto cadáveres abandonados en las aceras y bosques que cedían el paso a nuevos cementerios. Sin embargo, tras un año de pérdidas incalculables, sigue siendo una de las zonas más preocupantes a nivel global.
◼ La vida precaria
La desigualdad, una tara de larga data que antes de la pandemia se estaba reduciendo, ha vuelto a acentuarse y millones de personas han vuelto a ser arrojadas a la vida precaria que pensaban que habían dejado atrás durante un relativo auge regional. Muchos han salido a la calle a desfogar su inconformidad.