Tras investigaciones científicas
21/02/2023 / Exitosa Noticias / Mundo / Actualizado al 21/02/2023
Las cuatro capas de la Tierra que son comúnmente conocidas tendrían que actualizarse con el descubrimiento de una nueva y quinta, descubierta recientemente gracias a la medición de las ondas sísmicas de 200 terremotos de los últimos años.
El primer estudio sobre el tema data de 1936, a cargo de la danesa Inge Lehmann, ella descubrió el núcleo interno de la Tierra estudiando la velocidad de los terremotos que atravesaron el planeta de lado a lado, pasando por el núcleo una vez.
En la actualidad, se utilizó el mismo principio con una tecnología más sofisticada, que ha permitido identificar 16 sismos entre los 200 analizados que atravesaron el núcleo interno (hasta cinco veces), lo que permitió a los investigadores estudiar su composición a un mayor nivel de detalle.
Los datos muestran que las ondas no se propagan de forma uniforme
Así se tiene que las que atraviesan la parte más interna del núcleo viajan unos segundos más rápido que si van paralelas al eje de rotación de la Tierra, o si se dieran en un plano de 50 grados. Sin embargo, en la parte más exterior del núcleo la propagación es más rápida también en paralelo al eje de rotación, pero el sentido lento es justo en el plano del Ecuador (90°).
Según el trabajo del científico Tkalčić, el núcleo interno no es una esfera uniforme de 1.221 kilómetros de radio, sino que en su interior hay otra, aún más interna y compacta de 650 kilómetros de radio.
"En la actualidad el núcleo interno crece un milímetro al año", "si esta velocidad ha sido siempre constante, supondría que tiene 1.000 millones de años. Pero probablemente la velocidad no ha sido igual en diferentes épocas de la Tierra, así que actualmente manejamos una horquilla de entre 200 millones de años y 1.500 millones de años; una de las mayores incertidumbres de la ciencia moderna. Tal vez este nuevo estudio sobre la frontera entre las dos capas del núcleo interno pueda mejorar los modelos sobre su evolución", subrayó.
Asimismo, la investigación devela que el hierro del corazón del planeta es diferente al de la superficie. Las temperaturas y la presión son tan altas que este elemento forma "cristales" poliédricos. Hay dos perspectivas al respecto, una indica que los cristales del núcleo tienen la forma de un cubo y otra en forma hexagonal.
Proceso del descubrimiento
Los científicos filtraron las ondas de esos 16 terremotos que atravesaron el corazón del planeta para quedarse solo con lo más relevante. Después compararon lo observado con diferentes modelos de núcleo interno y la conclusión más factible fue la que presentaron.
Cabe precisar que, todos esos rebotes fueron registrados en cientos de estaciones sísmicas repartidas por todos los continentes.
