Presidente de EE. UU. retira a Cuba de lista de estados patrocinadores del terrorismo
El Gobierno de Cuba, liderado por Miguel Díaz-Canel, ha reiterado su demanda a Estados Unidos para que se le excluya de la lista de países patrocinadores del terrorismo, un designación que trae consigo estrictas sanciones económicas y políticas.
La inclusión, que tuvo su origen en 1982, fue revertida en 2015 durante un periodo de acercamiento entre ambos países, pero fue restablecida en 2021 bajo la administración del expresidente Donald Trump.
Actualmente, Corea del Norte, Irán y Siria son los únicos países que comparten esta designación, la cual implica restricciones como la prohibición de venta de armas, controles a las exportaciones, limitaciones en la ayuda exterior, mayores requisitos para visados y otras sanciones económicas que complican el acceso de Cuba a financiamiento internacional.
El impacto económico de la designación
Ser parte de esta lista supone serias dificultades económicas para Cuba, que ya enfrenta un escenario de crisis marcado por el embargo estadounidense. Según declaraciones del presidente Díaz-Canel, las sanciones derivadas de esta clasificación dificultan el acceso del país a recursos esenciales y créditos internacionales, agravando la situación de la población.
La permanencia en esta lista también afecta el envío de remesas y limita las inversiones extranjeras, lo que aumenta la dependencia de la isla en otros aliados internacionales como Rusia y China. La economía cubana, altamente dependiente de sus exportaciones y de la diáspora, ve restringido su desarrollo bajo estas medidas.
En 2015, durante el gobierno de Barack Obama, se logró sacar a Cuba de la lista como parte de un proceso de acercamiento diplomático conocido como el "deshielo". Este periodo incluyó la reapertura de embajadas y acuerdos en materia comercial.
Biden y las demandas de Cuba
Aunque la administración de Joe Biden ha eliminado algunas restricciones, como el límite al envío de remesas, no ha tomado medidas para sacar a Cuba de esta lista. La Casa Blanca ha mantenido una postura cautelosa frente al gobierno de La Habana, en medio de presiones internas de sectores que abogan por una política más dura hacia la isla, como el senador de origen cubano Marco Rubio.
Por su parte, Díaz-Canel insiste en que la inclusión de Cuba es injustificada y obedece a razones políticas más que a hechos concretos. La isla reclama el fin de esta medida, señalando que dificulta cualquier posibilidad de retomar relaciones bilaterales en mejores términos.
La permanencia de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo mantiene tensas las relaciones entre ambos países y refuerza las limitaciones económicas que afectan a la isla.