Papa Francisco reclama a obispos una "iglesia próxima a la realidad"
Un vuelco a la forma cómo la comunidad católica trata los grandes problemas que atraviesa la Humanidad urgió el papa Francisco al abrir el Sínodo de Obispos proponiendo una iglesia próxima a la realidad.
El pontífice pidió a los obispos, curas, religiosos y religiosas, hombres y mujeres laicos que el encuentro no sea “una convención eclesial, una conferencia de estudios o un congreso político sino un acontecimiento de gracia, un proceso de sanación guiado por el Espíritu Santo”.
Por ello propuso una iglesia “no aséptica” sino apegada a la realidad y a sus problemas, en la misa de inauguración del Sínodo de Obispos, la reunión de la jerarquía eclesial que debate temas de calado.
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"Dios no habita en lugares asépticos y tranquilos, lejos de la realidad, sino que camina a nuestro lado y nos alcanza allí donde estemos, en las rutas a veces ásperas de la vida”, recordó el pontífice ante el clero reunido en la basílica de San Pedro.
"¿Estamos dispuestos a la aventura del camino o, temerosos ante lo incierto, preferimos refugiarnos en las excusas del 'no hace falta' y del 'siempre se ha hecho así'?”, cuestionó.
En este sentido Francisco recordó que todo encuentro “implica apertura, valentía y disponibilidad” y criticó que a menudo el clero prefiera “refugiarse en relaciones formales o usar máscaras de circunstancia”.
"El Espíritu nos pide que nos pongamos a la escucha de las preguntas, de los afanes, de las esperanzas de cada iglesia, de cada pueblo y nación. No insonoricemos el corazón, no nos blindemos dentro de nuestras certezas”, instó.
Por eso el pontífice argentino abogó por una iglesia que atiende y escucha los desafíos del mundo moderno.
◼ Denuncias y reformas
En medio de denuncias por abusos sexuales de sacerdotes, Francisco quiere darle una nueva forma de ser y de actuar de la iglesia. Durante los próximos dos años, la gran mayoría de los 1,300 millones que se declaran católicos en el mundo sean escuchados sobre el futuro de la iglesia.