Obispo anglicano fustiga el plan del gobierno británico de enviar migrantes a Ruanda
El líder más importante de la Iglesia de Inglaterra, Justin Welby, criticó duramente el miércoles los controvertidos planes del gobierno británico de enviar solicitantes de asilo a Ruanda, un país africano ubicado a 6.500 km de Londres, calificándolos como "moralmente inaceptables".
En su capacidad de legislador en la Cámara de los Lores, la cámara alta del parlamento británico encargada de examinar las propuestas legislativas, el obispo de Canterbury instó al gobierno conservador de Rishi Sunak a dar marcha atrás en dichos planes.
El proyecto de ley propuesto ilegalizaría las solicitudes de asilo de todas las personas que lleguen de manera irregular a través del Canal de la Mancha y otras rutas consideradas "ilegales", trasladándolas a terceros países "seguros" como Ruanda. Esta medida ha recibido duras críticas por parte de varias organizaciones internacionales, defensores de los refugiados y partidos de oposición en el Reino Unido.
Welby argumentó que este texto corre el riesgo de perjudicar gravemente los intereses y la reputación del Reino Unido tanto a nivel nacional como internacional, además de afectar a aquellos que necesitan protección y a las naciones que se enfrentan juntas a este desafío.
El obispo de Canterbury instó al gobierno a reconsiderar gran parte del proyecto de ley, ya que considera que no está a la altura de la historia, la responsabilidad moral y los intereses políticos e internacionales del Reino Unido.
Rishi Sunak se ha comprometido a detener la llegada de decenas de miles de migrantes a través de una de las rutas marítimas más transitadas y peligrosas del mundo, desde las costas del norte de Francia. El año pasado, más de 45.000 personas llegaron por esta vía, una tendencia en constante aumento desde 2018.
El gobierno británico previamente alcanzó un acuerdo con Ruanda, bajo el liderazgo de Boris Johnson, para reubicar a las personas que llegaran ilegalmente al Reino Unido en ese país centroafricano. Sin embargo, el proyecto se vio obstaculizado por cuestiones legales y ningún migrante fue enviado allí.
El gobierno británico, que está obligado a respetar el Convenio Europeo de Derechos Humanos, insiste en que su proyecto de ley cumple con las leyes internacionales en materia de refugiados.
En un artículo publicado en el diario The Times, la ministra del Interior, Suella Braverman, quien se identifica como ultraconservadora, defendió las "medidas enérgicas" propuestas y sugirió que cuenta con el apoyo de la opinión pública, instando a la Cámara de los Lores a respaldar el proyecto de ley.