Multitudes de fieles musulmanes "lapidan al diablo" en último ritual de hach
El miércoles, grandes multitudes de musulmanes vestidos con túnicas se congregaron en Arabia Saudita para llevar a cabo el ritual de la "lapidación del diablo". Este evento marcó el cierre de la mayor peregrinación del hach desde el inicio de la pandemia del coronavirus.
Al amanecer, cientos de miles de fieles comenzaron a lanzar piedras a tres monolitos de concreto que representaban a Satanás. Este ritual, que se celebró bajo un intenso calor, fue el último gran acto de la peregrinación. Los peregrinos caminaron hacia Mina, cerca de La Meca, un día después de haber soportado temperaturas de 48 ºC mientras oraban durante horas en el monte Arafat.
Farah, una tunecina de 26 años, comentó que no volvería a realizar el hach a menos que se lleve a cabo en invierno. Esto se debe a que el ritual sigue el calendario lunar y coincide actualmente con el verano, lo cual resulta muy agotador debido al calor extremo. "Mi cuerpo se derrite", expresó.
En esta peregrinación participaron más de 1,8 millones de peregrinos, en su mayoría provenientes del extranjero. Esta fue la primera vez desde 2019, antes de la pandemia, en la que no hubo restricciones de número. Sin embargo, la cifra anunciada por las autoridades sauditas fue inferior a sus expectativas de superar la cantidad de peregrinos de 2019.
El hach es una fuente de prestigio e ingresos para Arabia Saudita, que busca diversificar su economía, dependiente del petróleo, mediante actividades como el turismo.
La lapidación del diablo marca el inicio de la celebración del Eid al-Adha (Fiesta del Sacrificio), durante la cual los musulmanes compran y sacrifican animales para conmemorar la disposición de Abraham de sacrificar a su hijo. Posteriormente, los peregrinos regresan a La Meca para realizar la despedida, llamada "tawaf", en la cual caminan siete veces alrededor de la Kaaba, el enorme cubo negro de la Gran Mezquita que es el punto focal del islam.
En el pasado, ha habido estampidas mortales durante los recorridos en Mina. La peor tragedia ocurrió en 2015, cuando una estampida dejó hasta 2.300 muertos. También ha habido incidentes similares en 2006, 2004, 1998 y 1994. En 1990, un fallo en un sistema de ventilación provocó una estampida que cobró la vida de 1.426 peregrinos, muchos de ellos procedentes de Asia. Sin embargo, desde 2015 no ha habido incidentes de gran magnitud y el sitio ha sido renovado con un puente de varios niveles para garantizar un acceso seguro a los monolitos de la lapidación.
En los últimos años, el hach ha coincidido con el verano saudita, lo que se ha visto agravado por el calentamiento global, lo que ha hecho que el clima desértico sea aún más intenso. El martes, las temperaturas alcanzaron los 48 ºC, siendo el día más caluroso del hach de este año. Los expertos advierten que temperaturas de 50 ºC podrían volverse frecuentes en Arabia Saudita para finales del siglo. Para protegerse del calor, muchos peregrinos llevaban sombrillas y otros colocaban las mantas de oración sobre sus cabezas para resguardarse del sol. Se dispuso de más de 32.000 trabajadores de la salud para atender a aquellos que sufrieran golpes de calor y otros problemas, además de distribuirse botellas de agua de forma gratuita.
Al salir de Arafat el martes, Sobhi Saeed, un egipcio de 56 años, expresó sentirse realizado pero agotado al acercarse al final del hach. "Estoy muy exhausto. Me siento muy deshidratado", comentó.
La peregrinación del hach comenzó el domingo en la Gran Mezquita de La Meca, el lugar más sagrado del islam. El martes se llevaron a cabo las oraciones en el monte Arafat, considerado el sitio donde el profeta Mahoma pronunció su último sermón.