Mundo

Morales plantea diálogo con mediación internacional

El exmandatario boliviano llama a sus compatriotas a evitar los enfrentamientos y buscar salidas que excluyan la violencia.
fotoweb-118
18-11-2019

El depuesto presidente de Bolivia, Evo Morales, ha dicho este domingo en una entrevista con la agencia EFE que tiene "mucho miedo" a que estalle una guerra civil en su país, por lo que ha instado a sus compatriotas a acabar con los enfrentamientos, al tiempo que hace un llamamiento a un "diálogo nacional".

"Tengo mucho miedo. En nuestra gestión hemos unido campo y ciudad, oriente y occidente, profesionales y no profesionales. Ahora vienen grupos violentos", alertó Morales desde su exilio en México interpelado sobre el riesgo de una guerra civil en Bolivia.

El líder indígena explica que renunció el pasado 10 de noviembre "para que no haya más agresiones" a sus compañeros y para "evitar un baño de sangre". Sin embargo, si bien hasta aquel día hubo enfrentamientos entre civiles, con muertos y heridos, -algo que le "duele mucho" al derrocado mandatario- desde el 11 de noviembre "son ya 23 muertos de bala", denunció Morales, que acusa a las Fuerzas Armadas y la Policía de estar "matando al pueblo".

Diálogo nacional

El expresidente no ve otra alternativa que entablar un "gran diálogo nacional" en Bolivia, del que desearía formar parte. Sobre esta cuestión, Morales enfatiza la importancia de que se involucren en este diálogo partidos que han perdido las elecciones, al tiempo que advierte de las actitudes racistas y fascistas de los grupos golpistas.

Por otro lado, se muestra favorable a que España y otros países participen como mediadores para acabar con la crisis en la nación andina. "Mi gran deseo es que haya diálogo con mediadores", apunta Morales, que señala como posibles candidatos al expresidente español y "experto en mediación" José Luis Rodríguez Zapatero o al uruguayo Pepe Múgica.

Otros gobiernos también podrían sumarse a la "mediación para la pacificación", al igual que la Unión Europea, la Iglesia católica y las Naciones Unidas, sugiere Morales, no sin lamentar la "posición" que tomaron algunos países europeos, en referencia al Reino Unido, que apoyó el golpe de Estado en Bolivia.

"Algo que no nos perdonan algunos países exageradamente industrializados es que un país socialista pueda demostrar que con política de izquierdas hay futuro", explicó Morales.