Militares dan golpe de Estado en Gabón y ponen al presidente en arresto domiciliario
Un grupo de militares ha declarado haber puesto fin al régimen vigente en Gabón y ha colocado bajo arresto domiciliario al presidente Ali Bongo. Este movimiento tuvo lugar después de que las autoridades electorales proclamaran su reelección tras 14 años en el poder. Gabón, un país rico en petróleo en África central, había estado bajo el liderazgo de la familia Bongo durante más de cinco décadas.
Tras el golpe de estado, una multitud de ciudadanos salió a las calles en apoyo a los militares, mientras que Ali Bongo, en un video, instó a sus seguidores a manifestarse ruidosamente. Ali Bongo, quien asumió el cargo en 2009 después de su padre Omar, fue colocado en arresto domiciliario junto a su familia y médicos, según anunciaron los militares en la televisión estatal.
El hijo de Ali Bongo, Noureddin Bongo Valentin, fue detenido por "alta traición". Además, varios altos funcionarios del régimen, consejeros presidenciales y los líderes del Partido Democrático Gabonés (PDG) también fueron detenidos. La figura destacada de la guardia presidencial, el general Brice Oligui Nguema, fue presentada triunfalmente por cientos de soldados en imágenes transmitidas por la televisión.
El general Brice Oligui Nguema afirmó en una entrevista con el periódico francés Le Monde que Ali Bongo, de 64 años, ha sido "apartado" pero mantiene sus derechos. La comunidad internacional reaccionó rápidamente al golpe. La Unión Africana condenó firmemente el intento de golpe de estado, mientras que China y Rusia expresaron su preocupación y llamaron a garantizar la seguridad de Ali Bongo.
Francia, con intereses históricos y económicos en Gabón, condenó el golpe militar en curso. Después de que las autoridades proclamaran la victoria de Bongo en las elecciones del sábado con el 64,27% de los votos, un grupo de doce militares anunció en televisión la disolución de las instituciones estatales. Advirtieron sobre el peligro de un deterioro continuo de la cohesión social que podría llevar al caos y declararon que estaban poniendo fin al régimen actual para defender la paz.
Anunciaron la anulación de las elecciones y la disolución de todas las instituciones, incluyendo el gobierno, el Senado, la Asamblea Nacional y el Tribunal Constitucional. Además, cerraron las fronteras y pidieron calma a la población, comprometiéndose a respetar los compromisos internacionales de Gabón.
Ali Bongo buscaba un tercer mandato en las elecciones que también incluían votaciones presidenciales, legislativas y municipales. Los resultados proclamados dieron a Bongo el 64,27% de los votos, mientras que su principal rival, Albert Ondo Ossa, obtuvo el 30,77%. Ondo había denunciado fraudes orquestados por el bando de Bongo antes del cierre de la votación. Las elecciones se llevaron a cabo sin observadores internacionales y fueron seguidas por medidas restrictivas como toques de queda y cortes de internet.
Horas después del anuncio de los militares, se restableció la conexión a internet en todo el país.