17/03/2023 / Exitosa Noticias / Mundo / Actualizado al 17/03/2023
La gigante Microsoft anunció este viernes que presentó a la Comisión Europea compromisos vinculantes para convencerla de que apruebe su plan para comprar el productor estadounidense de videojuegos Activision Blizzard por 69.000 millones de dólares.
Microsoft, que comercializa la consola de videojuegos Xbox, anunció en enero de 2022 la adquisición de la firma Activision Blizzard, editora de exitosos juegos como 'Call of Duty' y 'Candy Crush'.
Sin embargo, ya desde el arranque ese proyecto de crear una enorme empresa de videojuegos a nivel global se enfrentó a cuestionamientos de las autoridades sobre competencia.
En 2022, la Comisión Europea (brazo ejecutivo de la Unión Europea, UE) abrió una investigación por las preocupaciones de que Microsoft pudiera "bloquear el acceso a los videojuegos de Activision Blizzard" para consolas y computadoras personales.
Otro gigante del sector de los videosjuegos, Sony, también se opone a la operación de compra.
La decisión final de la Comisión, que estaba prevista para el 25 de abril, fue postergada al 22 de mayo.
Sin embargo, ni Microsoft ni la Comisión Europea ofrecieron detalles de los compromisos presentados por la gigante digital.
"Cumplimos nuestra promesa de llevar 'Call of Duty' a más jugadores en más dispositivos, asegurando acuerdos para llevar el juego a la consola Nintendo y los servicios de juegos en la nube ofrecidos por Nvidia, Boosteroid y Ubitus", afirmó un portavoz de Microsoft.
"Ahora respaldamos esa promesa con compromisos vinculantes ante la Comisión Europea, lo que ayudará a garantizar que este acuerdo beneficie a los jugadores en el futuro", agregó la misma fuente.
La megafusión entre Microsoft y Activision Blizzard también es fuente de preocupaciones en Estados Unidos y el Reino Unido.
La autoridad estadounidense de la competencia inició una acción legal en diciembre para bloquear el acuerdo.
Por su parte, el regulador del Reino Unido concluyó en febrero, de forma preliminar, que la operación "podría resultar en precios más altos y en menos opciones e innovación para los jugadores del Reino Unido".