Más de 150 personas fueron arrestadas en protestas en Australia y Nueva Zelanda contra los confinamientos
Al menos 135 personas fueron arrestadas este martes en la ciudad de Sídney, el epicentro de la tercera ola de COVID-19 en Australia, y otras partes del país por participar en pequeñas protestas callejeras “silenciosas” contra las medidas de confinamiento impuestas por un brote de coronavirus.
Las 69 manifestaciones coordinadas a través de las redes sociales se realizaron frente al Parlamento del estado de Nueva Gales del Sur, con sede en Sídney, así como en los ayuntamientos locales de esta ciudad, según un comunicado de la Policía de esta jurisdicción. Otros grupos también se congregaron, muchos de ellos sin mascarillas faciales, en otras localidades del estado de Nueva Gales del Sur, así como en los vecinos estados de Queensland y Victoria, según vídeos publicados en las redes sociales.
Las manifestaciones habían sido organizadas inicialmente, y por separado, por los camioneros para protestar contra la obligatoriedad de las vacunas para aquellos que residen en la zona de mayor propagación de COVID-19 en Sídney y los trabajadores esenciales que se desplazan entre Nueva Gales del Sur y el vecino estado de Queensland. Estas manifestaciones callejeras tuvieron lugar tras las recientes protestas registradas a finales de julio y mediados de agosto que congregaron a miles de personas en Sídney y Melbourne, en las que se produjeron algunos altercados con la Policía. Australia lucha contra un brote con la variante delta detectado en Sídney, que ha obligado a confinar el 26 de junio pasado a la ciudad y sus comunidades aledañas y progresivamente a otras partes de Nueva Gales del Sur.
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Esta jurisdicción, la más poblada de Australia, reportó este martes 1.164 infecciones locales y tres fallecidos, la mayoría de ellas en Sídney. con lo que acumula más de 18.000 casos activos desde el inicio de este brote. Por su lado, Victoria, que reportó 76 contagios comunitarios, tiene previsto anunciar esta semana la ampliación de su confinamiento, mientras que el Territorio de la Capital Australiana, con trece pacientes con COVID-19, lo amplió dos semanas más.
Australia, que acumula más de 53.500 y 1.005 muertos, ha administrado la pauta completa de la vacuna contra el COVID-19 a menos del 35 por ciento de su población adulta con miras a inmunizar a un 80 por ciento para poder reabrir las fronteras internacionales que cerró en marzo de 2020.
Por su parte, la Policía de Nueva Zelanda arrestó este martes a 19 personas que participaron en diferentes protestas en todo el país para expresar su rechazo contra el confinamiento impuesto por un brote de COVID-19 desde el pasado 17 de agosto. La Policía disolvió la decena de concentraciones que se celebraron frente a los edificios gubernamentales en diversas localidades de Nueva Zelanda, incluyendo a la ciudad de Auckland, epicentro del brote de COVID-19 y en donde se reportaron este martes 49 infecciones locales.
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“Si bien las protestas son una característica de una democracia que funciona bien, la Policía tiene una tolerancia muy baja frente a cualquier persona que ignora deliberadamente las restricciones en esta situación actual”, según el comunicado de la Policía de Nueva Zelanda. Las detenciones se produjeron por violar las restricciones de movilidad y reunión impuestas para frenar el COVID-19, explicó la Policía. Las manifestaciones se realizan en el último día de confinamiento de casi todo país, a excepción de los más de 1,6 millones de habitantes de Auckland que deberán permanecer por dos semanas más bajo el nivel 4, el máximo, de restricción social por el brote de COVID-19.
Nueva Zelanda, que es uno de los países desarrollados con la tasa de vacunación más lenta, había sido mundialmente reconocido por su efectiva gestión de la pandemia que consistió en cerrar sus fronteras y efectuar confinamientos duros y tempranos. El país ha administrado la pauta completa de la vacuna contra el coronavirus a unos 1,2 millones de adultos de sus más de 5 millones de habitantes y pretende terminar su campaña de inmunización para finales de año. Desde el comienzo de la pandemia, el país oceánico ha registrado más de 3.200 casos de COVID-19 y 26 fallecidos, que incluye a más de 600 infecciones activas en la comunidad.
FUENTE: AFP