28/02/2023 / Exitosa Noticias / Mundo / Actualizado al 28/02/2023
"Creo que, muy probablemente, Bajmut va a caer", dice este combatiente de 40 años.
Desde el pasado verano, las fuerzas rusas intentan capturar esta ciudad del este de Ucrania, en lo que se ha convertido ya en la batalla más sangrienta de la invasión rusa iniciada hace un año. El ejército de Kiev reconoció que la situación aquí es "extremadamente tensa". Aunque algunos soldados ucranianos tratan de parecer optimistas y prometen defender esta ciudad ya casi totalmente destruida, Fox ve las cosas de manera más oscura.
"Todo el mundo está al filo de la navaja", asegura en una entrevista con AFP, en la que explica que las tropas ucranianas no tienen suficientes hombres ni municiones.
"No se duerme lo suficiente, hace frío, llueve, el tiempo cambia todo el tiempo, los bombardeos son constantes, y los asaltos de la infantería también", dice el soldado desde un sótano en el que ha montado campamento con sus compañeros de armas.
El pasado año, Fox resultó herido y no pudo seguir combatiendo en la infantería. Ahora se encarga de los suministros a las tropas desplegadas en las trincheras, y de evacuar a los heridos.
Bajmut tiene poco valor estratégico, pero el presidente Volodimir Zelenski asegura que el ejército ucraniano la defenderá mientras pueda. Según observadores militares, tanto Rusia como Ucrania han sufrido importante bajas en esta batalla. Fox dijo que es difícil hacer previsiones, aunque reconoce que cada vez es más difícil resistir los embates rusos y los bombardeos.
"No nos sentimos apoyados por nuestra artillería", lamenta. Otros soldados creen que hay que mantener el optimismo, pese a todo.
"Si nos hundimos o estamos apáticos, no venceremos. Pero estamos animados", dice el artillero Kai, de 44 años.
"No hemos huido, estamos todos aquí", añade en una entrevista con AFP en una casa en donde se encuentra con otros de sus compañeros. Otro artillero, que se hace llamar Ded, se pronuncia en el mismo sentido.
"Soy totalmente optimista", dice en ruso este soldado ucraniano de 45 años, con un rifle de asalto a su espalda.Mientras le da una calada a su cigarro, manifiesta su esperanza de que las tropas ucranianas mantengan Bajmut e incluso recuperen la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014.
"Un agresor fuerte"
Fox insiste en no subestimar al enemigo. "Estamos combatiendo contra un agresor fuerte", asevera.
"Han tenido muchas pérdidas, han aprendido la lección y cambiado su estrategia".
Ayudado por las fuerzas rusas regulares, el grupo de mercenarios Wagner ha encabezado el ataque a Bajmut y las localidades vecinas.
El jefe y fundador de Wagner, Yevgeny Prigozhin, un empresario aliado del presidente Vladimir Putin, reclutó en las cárceles rusas y presume del rendimiento de sus hombres.
Incluso el soldado ucraniano Fox dice que el curso de la batalla demuestra que no todos los soldados rusos son "idiotas, alcohólicos y drogadictos".
"Tienen a gente lista. Gente que sabe cómo pelear", dice.
Y si Bajmut sigue en manos ucranianas, "el coste es altísimo", advierte.
"Cada calle está cubierta de nuestra sangre", apostilla.
Fox no quiere criticar a sus comandantes, pero se pregunta por qué los soldados ucranianos siguen luchando por Bajmut.
"Tal vez sea una decisión política", dice.