16/02/2023 / Exitosa Noticias / Mundo / Actualizado al 16/02/2023
Desde hace semanas, esta pequeña localidad de 500 habitantes muestra su desaprobación al proyecto de instalar un centro que podría acoger hasta 400 migrantes.
Como en otras partes en Alemania, el distrito rural de Mecklenburgo, la región donde se encuentra Upahl, topa con dificultades para hacer frente al flujo de refugiados.
El año pasado, se presentaron 217.774 solicitudes de asilo en Alemania, más del doble que en 2020, según datos oficiales.
Se trata de los niveles más elevados desde la gran crisis migratoria de los años 2015 y 2016, cuando sirios y afganos huían de sus países para encontrar refugio en la primera economía europea.
En 2022, la mayoría de migrantes venían de Siria, donde la guerra continúa, Afganistán, ahora en manos de los talibanes, Turquía e Irak. Y desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero de 2022, más de un millón de ucranianos llegaron a Alemania. Aunque no necesitan pedir asilo, su acogida aumenta la presión en las autoridades locales.
"Tenemos una situación a la que no podemos encararnos, como muchos otros cantones y municipios de Alemania", explica a AFP Tino Schomann, responsable administrativo del distrito Mecklenburgo del Norte-Oeste, donde los gimnasios fueron requisados para acoger a solicitantes de asilo.
"Vivir tranquilamente"
Bernd Wien, camionero jubilado de 66 años, está en primera línea de las protestas contra este centro de acogida, estructurado en contenedores, que debe abrir en marzo. "Sólo queremos vivir tranquilamente aquí, disfrutar de nuestra jubilación", dice.
El centro de refugiados cambiará todo, predice Jan Achilles, 46 años y miembro del consejo municipal. Cuando cientos "de personas, refugiados, alemanes u otros, están hacinados en el mismo lugar, esto crea problemas", afirma este analista de mediambiente. Tras meses de llamamientos de las autoridades locales, la ministra del Interior, Nancy Faeser, se reunió con ellas este jueves, y pidió hacer "un esfuerzo humanitario común". Pero tras la reunión no se anunció ninguna medida concreta.
La oficina de Anika Reisch, agente de seguros de 38 años, está al lado del terreno donde las excavadoras preparan la instalación de los contenedores.
Esta mujer, madre de dos hijos, dice sentir empatía por los futuros inquilinos, "traumatizados, preocupados por su futuro". Pero está en contra de que vivan en una estructura donde "no tienen ninguna intimidad, donde no pueden (...) enfrentarse a todo lo que han vivido. No puede ser bueno para nadie".
"Más dramático" que en 2015
La gran crisis migratoria de 2015 marcó el auge del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD). Con su campaña agresiva antiinmigración, la formación consiguió dos años después entrar holgadamente en el Parlamento.
En Upahl, militantes de extrema derecha se han introducido entre los manifestantes. Esto hace temer que la crisis actual impulse de nuevo a la AfD.
"La situación general es, a fin de cuentas, mucho más dramática que en 2015 debido a la guerra, la inflación, las crisis económicas y los nuevos refugiados", considera Hajo Funke, politólogo de la Universidad Libre de Berlín.
Reinhard Sager, presidente de la asociación de distritos alemanes, pidió al canciller alemán Olaf Scholz que tome cartas en el asunto.
"Los municipios hacen un excelente trabajo y la voluntad de ayudar de los particulares sigue siendo igual de importante", dijo Sager.
Al mismo tiempo, "es urgente aliviar la presión (...), que es considerable, y aumenta cada día", añadió.