29/05/2021 / Exitosa Noticias / Mundo / Actualizado al 09/01/2023
Es que acaso la imaginación de los productores del filme Terminator donde una inteligencia artificial a la que denominaron Skynet era capaz de amenazar a la raza humana, ¿podría hacerse realidad? Esta pregunta ya se hacen expertos ante un documento propalado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Drones militares podrían haber atacado por primera vez a seres humanos de forma completamente autónoma el año pasado en Libia, según un informe hecho público por las Naciones Unidas y que ha recogido la revista New Scientist. No han trascendido detalles del incidente ni si hubo víctimas mortales.
El informe de las Naciones Unidas hace referencia a un episodio que se produjo en marzo de 2020 durante la guerra civil que asola Libia y que enfrentaba al entonces primer ministro reconocido por la ONU, Faiez Serraj con las tropas que lidera el general Jalifa Hafter, de 77 años, hombre fuerte del este del país y respaldado por Rusia.
El Dato: Estos aparatos pueden ser teledirigidos. Van, sin embargo, provistos de cámaras de video electroópticas e infrarrojas y un sistema de imágenes láser (LIDAR) que les permiten operar de forma totalmente autónoma.
Serraj anunció la operación Tormenta de paz en contra de las fuerzas rebeldes con el apoyo de Turquía. Esta ofensiva provocó la retirada de las fuerzas de Hafter, cuyas tropas fueron posteriormente perseguidas y atacadas a distancia, según asegura la ONU, “por vehículos aéreos de combate no tripulados o sistemas de armas autónomos letales como el STM Kargu-2. Su uso y su despliegue supone un incumplimiento del párrafo 9 de la resolución 1970 (2011).
El arma usada, el STM Kargu-2, un dron capaz de llevar a cabo ataques en modo enjambre y operar de manera autónoma. El aparato “puede utilizarse eficazmente contra objetivos estáticos o en movimiento gracias a sus capacidades de procesamiento de imágenes en tiempo real y a los algoritmos de aprendizaje automático integrados en la plataforma”, explica la empresa.
Estos letales sistemas autónomos de armas fueron programados en la costa de Libia para “atacar objetivos sin requerir la conectividad de datos entre el operador y la munición”, en palabras de las Naciones Unidas, con “una verdadera capacidad de 'disparar, olvidar y encontrar”.