La ONU denuncia la situación "desastrosa" de los derechos humanos en Eritrea
Eritrea, uno de los países más cerrados y autoritarios del mundo, está gobernado con mano de hierro desde su independencia de Etiopía en 1993 por el presidente Isaías Afewerki.
"La situación de los derechos humanos en Eritrea sigue siendo terrible y no muestra signos de mejora. Sigue caracterizándose por graves violaciones de los derechos humanos", según un informe presentado el lunes por la Alta Comisionada adjunta del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Nada Al Nashif.
La ONU también sigue recibiendo "informes creíbles" de "tortura", "condiciones de detención inhumanas" y "desapariciones forzadas".
"Es alarmante que todas estas violaciones de los derechos humanos se cometan con total impunidad", indica el informe, que también señala la "falta de cooperación" de las autoridades del país.
Este país del Cuerno de África aplica una política de reclutamiento universal indefinido, que se intensificó "tras el conflicto en el Tigré", en el norte de Etiopía.
Las tropas eritreas han estado apoyando a las fuerzas gubernamentales etíopes en su ofensiva de noviembre de 2020 contra las autoridades rebeldes de la región de Tigré, en el norte de Etiopía, que forman parte del Frente de Liberación Popular de Tigré (TPLF), enemigo del régimen eritreo.