La Corte Suprema pone fin a la discriminación positiva en las universidades de EEUU
La Corte Suprema de Estados Unidos emitió un fallo histórico este jueves al poner fin a los programas de discriminación positiva en las universidades, un año después de una decisión similar en relación al derecho al aborto. Los seis jueces conservadores, en contra de los tres progresistas, dictaminaron que los procesos de admisión basados en el color de piel o origen étnico son inconstitucionales.
El presidente de la Corte Suprema, John Roberts, fundamentó la decisión afirmando que los estudiantes deben ser evaluados en función de sus experiencias individuales, no de su raza. Según los magistrados conservadores, las universidades pueden considerar la experiencia personal de un solicitante, como haber sufrido racismo, al evaluar su solicitud en comparación con otros solicitantes con mejores calificaciones académicas. Sin embargo, decidir principalmente en función de si una persona es blanca o negra constituye una discriminación racial y no es tolerado por la historia constitucional del país, añadió Roberts.
Después del movimiento por los derechos civiles en la década de 1960, algunas universidades selectivas introdujeron criterios raciales y étnicos en sus procesos de admisión para corregir desigualdades derivadas del pasado segregacionista de Estados Unidos. Sin embargo, esta política, conocida como "discriminación positiva", ha sido objeto de críticas por parte de los conservadores, que la consideran opaca y racista.
La Corte Suprema ha fallado en contra de las cuotas en varias ocasiones desde 1978, pero hasta ahora había permitido que las universidades tuvieran en cuenta criterios raciales para buscar una mayor diversidad en los campus, a pesar de que esto implicara romper el principio de igualdad entre todos los estadounidenses.
La decisión fue aplaudida por la derecha, incluido el expresidente republicano Donald Trump. Por otro lado, el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, consideró que la decisión representa un gran obstáculo para la justicia racial. El expresidente Barack Obama, de manera más moderada, señaló que la discriminación positiva nunca ha sido una respuesta completa para construir una sociedad más justa, pero proporcionó la oportunidad de demostrar que merecían algo más que un asiento en la mesa.
La sentencia se originó a partir de una demanda presentada en 2014 contra las universidades de Harvard y Carolina del Norte, acusándolas de discriminar a estudiantes asiáticos. La administración demócrata defendió el statu quo sin éxito, y el presidente Joe Biden tiene previsto pronunciarse sobre el tema.
En resumen, la decisión de la Corte Suprema pone fin a los programas de discriminación positiva en las universidades, argumentando que los solicitantes deben ser evaluados en función de sus experiencias individuales en lugar de su raza. Esta medida ha sido celebrada por los conservadores y criticada por los progresistas, generando un debate sobre la justicia racial y los criterios de admisión en las instituciones educativas.