La corte electoral de Brasil define el futuro político de Bolsonaro
La justicia electoral de Brasil está llegando a un momento crucial en el juicio contra el exmandatario Jair Bolsonaro, que podría resultar en su inhabilitación para postularse a las elecciones presidenciales de 2026 debido a su desinformación sobre el sistema de votación.
Hasta ahora, tres de los siete jueces del Tribunal Superior Electoral (TSE) han votado a favor de condenar a Bolsonaro, mientras que uno se ha manifestado en contra. El juicio se centra en las declaraciones de Bolsonaro en julio de 2022, donde cuestionó la confiabilidad de las urnas electrónicas en Brasil durante una reunión con embajadores.
El próximo voto, que se dará a conocer a partir de las 12:00 (15:00 GMT), podría ser decisivo, ya que el veredicto se define por mayoría del pleno, requiriendo al menos 4 de los 7 votos.
En caso de ser condenado, Bolsonaro quedaría políticamente inhabilitado durante ocho años. Se espera que el TSE concluya el juicio este viernes, aunque existe la posibilidad de que el desenlace se posponga si algún magistrado solicita más tiempo para examinar el caso.
Bolsonaro ha estado ausente en todas las sesiones del juicio que comenzó la semana pasada en Brasilia y tampoco tiene previsto comparecer el viernes. Mientras continúan las deliberaciones, el exmandatario estará en Belo Horizonte, donde almorzará con miembros de su partido, el Partido Liberal (PL).
Bolsonaro, quien perdió las elecciones en octubre frente al izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva por un margen estrecho, defiende su inocencia y afirma que no ha cometido ningún delito al reunirse con embajadores. Considera inexplicable que se le quieran quitar sus derechos políticos por supuesto abuso de poder político.
Los tres jueces que ya han votado para condenarlo han criticado duramente su conducta. Benedito Gonçalves, el instructor del caso, asoció a Bolsonaro con un "discurso violento y mentiras" que socavaron la credibilidad de la justicia electoral. Además, afirmó que la reunión con los diplomáticos sirvió para incitar un estado de paranoia colectiva en relación al sistema electoral.
El discurso de Bolsonaro se ha convertido en una "narrativa delirante con efectos perjudiciales para la democracia", y no se trata de un acto aislado, sino de algo estratégicamente concatenado a lo largo del tiempo con fines electorales, según el juez André Ramos Tavares. El magistrado Floriano Marques justificó su voto condenatorio al señalar que movilizar el aparato de la República intencionadamente para transmitir la idea de que las elecciones brasileñas no son limpias es extremadamente grave para un jefe de Estado.
En caso de ser condenado, el abogado de Bolsonaro, Tarcisio Vieira, anticipa que apelará la decisión ante el Supremo Tribunal Federal. Si se produce una inhabilitación política, Bolsonaro, de 68 años, quedaría excluido de las próximas elecciones presidenciales en 2026 y abriría una carrera por el liderazgo de la derecha en Brasil, que por ahora no cuenta con alternativas claras.
Después de su derrota en octubre, seguidores radicales de Bolsonaro llevaron a cabo protestas en todo el país, bloqueando carreteras y acampando frente a cuarteles en demanda de una intervención militar. Además, el 8 de enero, una semana después de la investidura de Lula, miles de seguidores de Bolsonaro invadieron y saquearon los edificios de la Presidencia, el Congreso y la corte suprema en Brasilia.
El ultraderechista también enfrenta más de una decena de procesos administrativos en el tribunal electoral y está siendo investigado en cinco casos por la corte suprema, lo que podría acarrear penas de prisión.