08/02/2023 / Exitosa Noticias / Mundo / Actualizado al 08/02/2023
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió el martes que no le temblará el pulso en defender los intereses de su país frente a China tras ordenar el derribo de un presunto globo de vigilancia, pero, en su discurso sobre el Estado de la Unión, mantuvo la puerta abierta al diálogo con Pekín.
En el discurso anual ante los legisladores, muchos de los cuales han presionado para que se adopte una línea con China, Biden hizo un llamamiento a invertir en el ejército, la tecnología y las alianzas para hacer frente a Pekín, considerado como el principal competidor de Estados Unidos.
"Estoy comprometido a trabajar con China allí donde pueda hacer avanzar los intereses estadounidenses y beneficiar al mundo", dijo Biden. "Pero no nos equivoquemos: como dejamos claro la semana pasada, si China amenaza nuestra soberanía, actuaremos para proteger a nuestro país. Y lo hicimos", dijo entre aplausos.
Biden afirmó que el país debe unirse en "ganar la competición" con China. "No voy a disculparme de que estemos invirtiendo para hacer más fuerte a Estados Unidos: invirtiendo en innovación estadounidense, en industrias que definirán el futuro que China pretende dominar", manifestó.
Pero Biden se abstuvo de usar un lenguaje belicista al mencionar por su nombre a su homólogo chino, Xi Jinping, con quien se reunió largo y tendido en noviembre en Indonesia. El mandatario estadounidense aseguró que le dijo a su homólogo que busca "la competencia, no el conflicto".
China fue uno de los pocos asuntos de política exterior mencionados por Biden en un discurso de más de una hora que llega mientras se prepara para una probable candidatura a las presidenciales de 2024.
También prometió apoyo a largo plazo para Ucrania, pero no mencionó a Irán, el conflicto palestino-israelí, Corea del Norte o el devastador terremoto de esta semana en Turquía y Siria.
Diálogo infructuoso
Un avión de combate estadounidense derribó el sábado un globo chino considerado por el Pentágono globo de vigilancia después de que cruzara el océano Atlántico.
El episodio llevó al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, a posponer una visita a Pekín destinada a reducir las tensiones, ya que acusó a China de violar la soberanía estadounidense.
Blinken declaró que pretendía mantener la comunicación con China. Pero en el Pentágono, un portavoz dijo que China rechazó una petición para hablar sobre el caso.
El jefe del Pentágono, Lloyd Austin, pidió una llamada segura con su homólogo chino, Wei Fenghe, después de que Washington derribara el globo, dijo el general Pat Ryder.
"Desafortunadamente, la RPC rechazó nuestra petición. Nuestro compromiso de abrir líneas de comunicación continuará", agregó Ryder en referencia a la República Popular de China.
China asegura que era un globo de observación meteorológica errante sin propósito militar. Sin embargo, Washington lo califica de vehículo de espionaje a gran altura que sobrevoló instalaciones militares consideradas de alto secreto.