Intel invertirá hasta USD 4.600 millones en Polonia
Intel, el gigante estadounidense de los semiconductores, ha anunciado su plan de invertir hasta 4.600 millones de dólares en la construcción de una nueva planta en Polonia, que generará aproximadamente 2.000 empleos. Esta nueva instalación, ubicada en Breslavia, tiene como objetivo satisfacer la creciente demanda de ensamblaje y prueba de semiconductores prevista para 2027, según informó la empresa en un comunicado. Además, esta inversión busca contribuir a la construcción de una cadena de suministro de semiconductores más resiliente en la Unión Europea (UE).
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, elogió este anuncio y destacó su importancia para fortalecer la cooperación transatlántica entre Polonia y Estados Unidos. Morawiecki afirmó que esta inversión posicionará a Polonia como una parte fundamental del sistema de suministro de estas tecnologías avanzadas.
Este anuncio de la nueva planta en Polonia llega después de un primer trimestre difícil para Intel en 2023. En abril, la empresa reportó una significativa caída en las ventas durante el periodo de enero a marzo, debido a una fuerte disminución en la demanda de semiconductores, especialmente aquellos utilizados en PC.
Intel es una de las principales empresas de semiconductores a nivel mundial y fabrica una amplia gama de productos, incluyendo chips informáticos de última generación.
La UE tiene como objetivo recuperar el 20% de la capacidad global de fabricación de semiconductores para 2030, duplicando su producción actual. En este sentido, ha invertido miles de millones de dólares en instalaciones de chips de Intel en Alemania e Irlanda. La construcción de una planta en Alemania, programada para comenzar en el primer semestre de 2023, ha experimentado retrasos debido a los efectos de la inflación.
La producción de semiconductores es una preocupación central para la Unión Europea. A finales de abril, el Parlamento Europeo y los estados miembros llegaron a un acuerdo para impulsar esta industria y reducir la dependencia de Asia en este sector.
Según Intel, sus plantas en Europa contribuirán a la eficiencia de costos en la cadena de suministro de la UE, y se prevé que se produzcan chips por un valor de aproximadamente 87.000 millones de dólares en Europa en los próximos diez años.
La industria de los chips es conocida por su volatilidad, ya que la demanda y oferta fluctúan con los avances y retrocesos de la economía mundial. Su importancia en la cadena de suministro global quedó patente durante el apogeo de la pandemia de COVID-19.