29/10/2024 / Exitosa Noticias / Mundo / Actualizado al 29/10/2024
Una influencer ha generado controversia tras ser expulsada de un gimnasio por usar lo que se consideró "ropa vergonzosa" durante su entrenamiento. La situación ha desatado un intenso debate sobre la discriminación y los estándares de vestimenta en los espacios públicos, en particular en los gimnasios.
Inesperada expulsión
La influencer relató que al llegar al gimnasio, el gerente la abordó y le pidió que se retirara sin ofrecerle la oportunidad de discutir la situación.
Según Jéssica Freitas, su vestimenta consistía en shorts y un top, atuendo que ella considera apropiado para entrenar. "No estaba desnuda. Fui a entrenar como me siento cómoda", afirmó en una entrevista con OGLOBO, enfatizando que su intención no era causar incomodidad ni llamar la atención.
A pesar de su defensa, Jéssica Freitas sostiene que este acto fue un claro ejemplo de discriminación. Según su testimonio, los empleados del gimnasio eran plenamente conscientes de su trabajo en plataformas para adultos, lo que la influencer considera como un factor que influyó en su expulsión.
"Es como si la gente estuviera esperando que yo hiciera algo prohibido", comentó, revelando su frustración ante la situación.
Inconsistencias en la "normativa"
Jéssica Freitas también destacó que, durante su tiempo en el gimnasio, observó a otras mujeres con atuendos similares al suyo, quienes no fueron objeto de restricciones ni enfrentaron la misma situación.
"Había otras chicas ahí entrenando, vestidas con shorts, tops, lo mismo que yo y no le pidieron a ninguna que se fuera", apuntó.
Esta discrepancia ha llevado a Jéssica Freitas a cuestionar si su expulsión fue un caso de persecución personal y a señalar la falta de consistencia en las políticas de vestimenta del gimnasio.
La influencer expresó que se ha sentido vigilada por el personal del gimnasio, a quienes califica de "gente del siglo pasado, maliciosos y falsos moralistas".
Esta percepción ha intensificado su frustración, ya que siente que se la juzga no solo por su vestimenta, sino también por su elección de carrera en las redes sociales.
"Es fundamental que aprendamos a aceptar la diversidad en la moda y el vestuario. No debería ser un problema que una persona elija vestirse de una manera que le haga sentir cómoda", argumentó Jéssica Freitas, insistiendo en que los gimnasios deberían ser espacios inclusivos donde todas las personas se sientan libres de expresarse.
La expulsión de la influencer del gimnasio ha generado un intenso debate sobre la discriminación y los estándares de vestimenta en espacios públicos. Jéssica Freitas argumenta que su atuendo, compuesto por shorts y un top, era apropiado para entrenar y no debería haber sido motivo de controversia.