Greta Thunberg responde críticas y burlas en su contra
La sueca Greta Thunberg carga con la pasión de una generación que decidió enfrentarse al monstruo del cambio climático, pero también sufre el desprecio de aquellos que la ven como un títere mesiánico del lobby de las ONG ecologistas.
Es por ello que decidió publicar un mensaje para generar conciencia en todas aquellas personas que la critican, ya sea por su comportamiento, su aspecto o su forma de vestir.
“Aquí vamos de nuevo... Como habrás notado, los odiadores son tan activos como siempre, cuestionando mi apariencia, mi ropa, mi comportamiento y mis diferencias. Se les ocurren todas las mentiras y teorías de la conspiración”.
“Parece que cruzaran todas las líneas posibles, ya que están tan desesperados por no hablar de la crisis climática y ecológica. Ser diferente no es una enfermedad y para la ciencia actual cuentan los hechos no las opiniones”, publicó en redes.
A sus 16 años la adolescente es el rostro y la voz de una juventud preocupada, que recicla la basura, limpia las playas, evita el plástico y los aviones y vota por partidos ecologistas en las elecciones.
“Se sienten amenazados”
“Honestamente no entiendo por qué los adultos elegirían pasar su tiempo burlándose y amenazando a adolescentes y niños por promover la ciencia, cuando podrían hacer algo bueno en su lugar. Supongo que simplemente deben sentirse tan amenazados por nosotros”, continúa.
Hace poco más de un año, al comienzo del año escolar de 2018, Greta dejó su mochila en casa y se manifestó todos los viernes frente al Parlamento sueco en Estocolmo con un cartel hecho a mano para sensibilizar a los diputados sobre la emergencia climática.
'Nobel Alternativo'
La fundación Right Livelihood Award otorgó este miércoles el 'Nobel Alternativo' 2019 a Greta
"por haber inspirado y encarnado las reivindicaciones políticas a favor de una acción climática urgente conforme a los datos científicos".
El movimiento de esta activista adolescente contra el cambio climático, llamado 'Fridays For Future' empezó hace un año, cuando realizó sola ante el Parlamento sueco, su primera "huelga escolar por el clima".
Desde entonces el movimiento se ha ampliado desde Suecia a Australia, pasando por Europa y Estados Unidos, gracias en parte a jóvenes activistas como ella.