Francia refuerza el despliegue policial tras tres noches de disturbios
El presidente francés Emmanuel Macron ha anunciado una serie de medidas para hacer frente a los disturbios que han estado ocurriendo en Francia durante las últimas tres noches. Aunque no ha declarado el estado de emergencia, Macron ha prometido un mayor despliegue policial para contener la violencia.
Las protestas violentas se han extendido por muchas ciudades, especialmente en los suburbios de París, y han involucrado ataques a edificios públicos, saqueos de tiendas, incendio de vehículos y miles de incendios en las calles. A pesar de los 40.000 agentes de policía y gendarmes desplegados, los disturbios continúan.
La violencia estalló después de la muerte de un joven de 17 años llamado Nahel, quien fue disparado a quemarropa por un agente durante un control de tráfico en Nanterre, cerca de París. Las cifras de la última noche de disturbios son alarmantes, con 875 personas detenidas, 492 edificios atacados, 2.000 vehículos incendiados, 3.880 incendios en las calles y 249 agentes heridos.
Aunque algunos políticos de derecha y ultraderecha han pedido que se declare el estado de emergencia, Macron ha decidido no hacerlo, ya que considera que sería reconocer un "fracaso". En su lugar, está llamando a la responsabilidad de los padres de los participantes en los disturbios, especialmente los menores de edad, para que los mantengan en casa. Además, ha instado a las redes sociales a eliminar contenidos sensibles relacionados con la violencia y a identificar a sus usuarios.
Los disturbios han afectado áreas comerciales y turísticas, como el centro comercial Les Halles y la calle Rivoli en París. Comisarías, ayuntamientos y escuelas también han sido atacados. Como resultado, se han cancelado las fiestas escolares en la zona donde ocurrió la muerte de Nahel, y el servicio público de autobuses y tranvías en la región parisina se ha suspendido por las noches.
La violencia policial en Francia ha sido un tema recurrente de debate, y estos últimos incidentes han vuelto a ponerlo en el centro de atención. Varios países europeos han advertido a sus ciudadanos que eviten las zonas de disturbios y que extremen las precauciones al viajar a Francia. La ONU ha instado a Francia a abordar seriamente los problemas de racismo y discriminación racial en sus fuerzas de seguridad.
El agente responsable del disparo ha sido acusado de homicidio voluntario y se encuentra en prisión preventiva. Su abogado ha declarado que estaba extremadamente conmocionado y que pidió perdón a la familia de la víctima.
La madre de Nahel ha declarado que no culpa a la policía en general, sino solo al agente que le quitó la vida a su hijo, ya que cree que actuó impulsivamente basándose en prejuicios raciales.