Fallece el príncipe Frederik de Nassau a los 24 años tras luchar contra la rara enfermedad
La noticia de la muerte del príncipe Frederik de Nassau, a los 22 años, ha consternado a Luxemburgo y a todo el mundo. El joven, que era hijo de Roberto de Luxemburgo y primo del gran duque Enrique, falleció el pasado 1 de marzo en París, luego de luchar durante años contra la enfermedad rara PolG, un trastorno mitocondrial que priva a las células del cuerpo de energía y causa la disfunción de múltiples órganos.
Aunque Frederik no era una figura pública conocida, su lucha contra la enfermedad fue ampliamente difundida por su familia. En los últimos años, su padre, Roberto de Luxemburgo, había compartido detalles sobre su condición con la intención de concienciar a la sociedad y apoyar la investigación sobre el PolG a través de la Fundación PolG, creada por la familia para financiar la investigación sobre esta rara enfermedad.
¿Cómo enfrentó Frederik sus últimos días?
Según un comunicado publicado por Roberto de Luxemburgo, Frederik fue capaz de despedirse de sus seres queridos en sus últimos momentos.
"Frederik encontró la fuerza y el coraje para despedirse de cada uno de nosotros. Incluso en sus últimos días, nos dejó con una última broma, que fue una muestra de su inquebrantable sentido del humor", relató su padre.
Frederik, en su despedida, hizo una última pregunta conmovedora a su padre: "Papá, ¿estás orgulloso de mí?", a lo que su padre respondió, reconociendo su gran valentía y fuerza.
Frederik había sido diagnosticado con PolG en 2016, a los 14 años, después de años de síntomas difíciles de identificar. Su condición empeoró progresivamente, lo que afectó su equilibrio, coordinación y energía. A pesar de ello, Frederik siempre se mostró con un espíritu positivo y optimista, ganándose el cariño de todos los que lo conocieron.
¿Qué impacto tuvo la enfermedad PolG en la familia Nassau?
El diagnóstico de Frederik en su adolescencia fue un duro golpe para la familia. En sus declaraciones, Roberto de Luxemburgo detalló cómo su hijo mostró una fuerza extraordinaria al adaptarse a su enfermedad, destacando su sociabilidad y alegría, cualidades que lo hicieron querido por sus amigos y familiares.
La Fundación PolG, que Frederik fundó, se convirtió en un legado importante para ayudar a otras personas que enfrentan trastornos similares. El fallecimiento del príncipe Frederik marca el final de una vida que, aunque corta, estuvo llena de valentía y dedicación.
A pesar de las dificultades de su enfermedad, Frederik dejó un impacto profundo en quienes lo conocieron, y su legado continuará a través de la Fundación PolG.