Ex primer ministro de Pakistán comparece ante la justicia tras arresto y protestas
Imran Khan, el ex primer ministro de Pakistán, compareció ante una corte especial en Islamabad por cargos de corrupción, después de su inesperada detención, la cual provocó violentas protestas en todo el país.
Aunque la audiencia se llevó a cabo a puerta cerrada, algunos medios de comunicación, basándose en fuentes anónimas, informaron que los fiscales solicitaron que Khan permaneciera en prisión preventiva durante 14 días.
El arresto de Khan se produjo tras meses de crisis política y después de que acusara a los militares, quienes tienen un gran poder en el país, de estar involucrados en un complot para asesinarlo.
Durante la noche del martes, la policía se enfrentó a seguidores de su partido, el Pakistán Tehreek-e-Insaf (PTI, Partido Pakistaní por la Justicia), en varias ciudades del país. Los informes locales indicaron que hubo dos muertos y alrededor de 1,000 detenidos en los enfrentamientos.
Las fuerzas de seguridad utilizaron gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a los manifestantes en Karachi, Lahore, Islamabad y Rawalpindi, mientras que en Peshawar, una multitud destruyó el monumento Chaghi, una escultura que conmemora la primera prueba nuclear de Pakistán.
El ministro del Interior, Rana Sanaullah, afirmó que el arresto de Imran Khan se realizó de acuerdo con la ley. Sin embargo, muchos ciudadanos expresaron su preocupación por la incertidumbre que esto generaba, especialmente en un momento en el que ya luchaban por satisfacer las necesidades básicas de sus familias.
Las autoridades cerraron las escuelas a nivel nacional y restringieron el acceso a las redes sociales. El National Accountability Bureau (NAB), el principal organismo anticorrupción, fue el encargado de la detención de Khan y el ministro aseguró que se trata de una institución independiente no controlada por el gobierno.
El PTI convocó a sus seguidores a salir a las calles, pero la policía advirtió que existe una ordenanza que prohíbe las concentraciones de más de cuatro personas y que se aplicaría de manera estricta.
Imran Khan fue detenido debido a un caso de corrupción relacionado con el Qadir Trust. Tras ser destituido el año pasado por una moción de censura, Khan busca presionar al frágil gobierno de coalición para que adelante las elecciones antes de octubre.
El ex primer ministro enfrenta múltiples procesos judiciales, una táctica utilizada en Pakistán para silenciar a los oponentes políticos, según los analistas.
El arresto de Khan se produjo después de que, en un mitin, acusara al general de división Faisal Naseer, un alto funcionario de los servicios de inteligencia, de estar involucrado en el intento de asesinato que sufrió en noviembre de 2022. El ejército respondió con una advertencia sobre las acusaciones infundadas.
Tanto el secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, como el ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, James Cleverly, hicieron un llamado a respetar el estado de derecho en