09/08/2023 / Exitosa Noticias / Mundo / Actualizado al 09/08/2023
En medio de posibles récords de calor en España y miles de hectáreas devastadas por incendios en Portugal, la península ibérica se encuentra en una situación crítica debido al calentamiento global, consolidándose como epicentro del cambio climático en Europa. En esta jornada, el foco de atención recae en la tercera ola de calor de este verano, que alcanzará su punto máximo en España, con la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) pronosticando temperaturas que podrían llegar a 44°C en algunas zonas. En un giro inesperado, la Aemet anunció que esta ola de calor se prolongará hasta el viernes, revirtiendo la previsión inicial que la situaba en el jueves.
Se espera que las temperaturas medias en España el miércoles establezcan posiblemente un nuevo récord para esta fecha desde 1950, siendo uno de los días más calurosos de agosto en los últimos 73 años. La advertencia máxima, marcada por el color rojo, abarca once regiones, con tres en Andalucía, dos en la Comunidad de Madrid, dos en Castilla-La Mancha, tres en el País Vasco y una en Castilla y León. El resto del país, excepto la costa, se encuentra en alerta, aunque en niveles inferiores.
Se anticipa que la ola de calor se desplazará hacia las costas del este el jueves, con solo cuatro zonas en alerta roja, todas ubicadas al sur de Valencia, donde las temperaturas podrían llegar a 43°C. El viernes, Andalucía en el sur será la región más afectada, aunque sin alertas rojas.
Los científicos vinculan este aumento en la frecuencia, duración e intensidad de las olas de calor con el cambio climático, evidenciando sus devastadoras consecuencias. La península ibérica, afectada severamente por el calentamiento global, sufre la combinación de olas de calor y sequías que exacerbada el riesgo de incendios. En menos de una semana, cerca de 15,000 hectáreas han sido consumidas por el fuego en ambos países, particularmente en Portugal, donde los incendios dejan paisajes desoladores.
Las llamas en la región portuguesa de Odemira finalmente fueron declaradas "controladas" después de devastar 8,400 hectáreas en cinco días. Aproximadamente 1,000 bomberos, respaldados por vehículos y aviones, continúan en alerta ante posibles reactivaciones del fuego. Mientras tanto, cerca de 1,500 personas han sido evacuadas y 42 atendidas por servicios de emergencia. La expectativa es que la humedad aumente y las temperaturas disminuyan, aunque el riesgo de incendios sigue siendo alto.
En España, la mayoría del país está en alerta roja debido al riesgo extremo de incendios. En Extremadura, los bomberos luchan por controlar el incendio que surgió en Valencia de Alcántara. Las autoridades regionales indicaron una evolución "favorable" del incendio. En la lucha contra las llamas, se destacan alcornoques centenarios que se encuentran en peligro, sus dueños preocupados por la devastación de la masa forestal. En 2023, se estima que ya han ardido alrededor de 100,000 hectáreas en España y Portugal, en comparación con má