Union Europea
13/07/2023 / Exitosa Noticias / Mundo / Actualizado al 13/07/2023
El nombramiento de una exfuncionaria de la administración Obama como economista jefe en la Dirección General de Competencia de la Comisión Europea ha generado indignación en Francia. Fiona Scott Morton, profesora de economía en la Universidad de Yale, fue seleccionada para este puesto clave relacionado con la regulación de las grandes empresas de tecnología estadounidenses. La Dirección General de Competencia se encarga de garantizar la competencia justa en la Unión Europea (UE) e investigar los abusos de los gigantes digitales, quienes han sido sancionados con multas récord en los últimos años.
La clase política francesa, de todos los partidos, se mostró indignada ante este nombramiento. El ministro francés encargado del sector digital, Jean-Noël Barrot, solicitó a la Comisión Europea que reexamine la elección de la estadounidense. Barrot expresó dudas legítimas sobre el nombramiento, especialmente en un momento en que la UE está elaborando nuevas legislaciones para regular el sector.
Algunos representantes políticos criticaron el historial de Scott Morton, señalando su desempeño anterior como responsable de análisis económico en la oficina antimonopolio del Departamento de Justicia y su trabajo como consultora para grandes empresas de la industria tecnológica, como Apple y Microsoft.
Este nombramiento se produce en un momento crucial en el que la UE está buscando regular el poder de las grandes empresas tecnológicas. Muchos consideran que contratar a una persona vinculada al lobby de las empresas tecnológicas estadounidenses es inapropiado y peligroso para la implementación de regulaciones más estrictas.
La decisión ha sido calificada como inexplicable y se ha cuestionado por qué no se seleccionó a un ciudadano europeo con las competencias requeridas. Algunos han llegado incluso a afirmar que la UE se ha convertido en una colonia de Washington.
La designación de esta exfuncionaria ha generado un amplio rechazo en Francia, donde los legisladores están comprometidos en regular a las grandes empresas tecnológicas. El nombramiento ha sido considerado torpe y contraproducente para los esfuerzos europeos por limitar el poder de estas empresas.
