El WhatsApp hace temblar a corruptos en el Líbano
Poco más de 24 horas de protestas han puesto al Gobierno del Líbano entre la espada y la pared y han llevado al primer ministro, Saad Hariri, a dar un ultimátum de 72 horas a los partidos políticos para destrabar la toma de medidas y afrontar la crítica situación económica del país.
La "revolución del WhatsApp", como denominan en el Líbano a las protestas que comenzaron el jueves por la noche contra la corrupción y los políticos, después que el Gobierno anunciara una tasa a las llamadas por plataformas de mensajería por internet, siguieron ayer en Beirut y otras ciudades del país.
Hasta el momento, al menos dos personas han muerto y varias decenas han resultado heridas en unas manifestaciones que han llevado a reuniones de emergencia a los partidos a lo largo del día y a Hariri a intentar llegar a los hogares de todos los libaneses con un mensaje por televisión.