El primer ministro de Camboya Hun Sen renuncia tras 38 años y cede el cargo a su hijo
Hun Sen, el primer ministro de Camboya, de 70 años de edad, ha anunciado su renuncia después de gobernar durante 38 años, y pasará el cargo a su hijo mayor tras la victoria de su partido en las recientes elecciones. Durante su largo mandato desde 1985, este exlíder de los Jemeres Rojos ha prohibido la mayoría de los partidos de oposición y reprimido la libertad de expresión y las reformas democráticas.
En un mensaje televisado el miércoles, Hun Sen solicitó "comprensión" de los ciudadanos al anunciar que no continuará como primer ministro. Su primogénito, Hun Manet, un general de 45 años, lo sucederá a partir del 22 de agosto. Aunque dejará el cargo, Hun Sen mantendrá su influencia en la política camboyana al asumir la presidencia del Senado y la jefatura del Estado cuando el rey esté fuera del país. También declaró que ayudará a su hijo a mantener la seguridad, el orden y participar en el desarrollo del país.
La victoria del Partido Popular de Camboya (PPC) en las elecciones fue ampliamente criticada por la comunidad internacional. El único partido de oposición serio, el Candlelight Party, fue descalificado por un tecnicismo. Aunque los resultados oficiales aún no se conocen, se espera que el PPC obtenga la mayoría de los escaños en la Cámara Baja.
Estas elecciones han sido objeto de censura tanto por la Unión Europea como por Estados Unidos, quienes las consideraron "ni libres ni justas". La ONU también denunció el ambiente de amenazas e intimidación en el que se llevaron a cabo los comicios. Hubo numerosas restricciones y represalias contra partidos de oposición, activistas y miembros de los medios, lo que afectó negativamente el proceso democrático.
El gobierno de Hun Sen ha sido ampliamente criticado por la creciente influencia china en el país. China ha invertido fuertes sumas en el desarrollo de infraestructuras, aunque también ha traído problemas como la proliferación de casinos y estafas en línea que han afectado a trabajadores extranjeros, muchos de los cuales son víctimas de trata de seres humanos y viven en condiciones terribles. Además, se le acusa de la destrucción del medio ambiente y de la corrupción, ubicando a Camboya en una posición desfavorable en el índice de percepción de la corrupción de Transparencia Internacional.
Con la renuncia de Hun Sen después de una larga y controvertida carrera política, queda por verse cómo Hun Manet gobernará y si abordará los desafíos que enfrenta Camboya para mejorar la transparencia, la democracia y el respeto a los derechos humanos.