29/07/2021 / Exitosa Noticias / Mundo / Actualizado al 09/01/2023
Tras el aumento de contagios en Estados Unidos debido a la variante Delta, mucho más contagiosa y que supone ya al menos el 83% de los casos de coronavirus del país, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, siglas en inglés) han emitido nuevas directrices que aconsejan a personas vacunadas el uso de mascarillas en lugares cerrados para protegerse de la nueva cepa del virus.
Según la directora de los CDC, Rochelle Walensky, “se recomienda que las personas totalmente vacunadas lleven mascarilla tanto en lugares públicos como interiores”.
Antes de que comenzara el verano y la variante Delta no tuviera casi presencia en EE.UU., el ritmo que tomaba la vacunación de la población permitió a los CDC relajar las normas. Ese organismo anunció entonces que quienes estuvieran vacunados con pauta completa podían dejar de cubrirse la nariz y la boca
En mayo, los casos de personas afectadas por el COVID-19 disminuían considerablemente y el presidente Joe Biden establecía la fecha del 4 de julio (Día de la Independencia) para dar el pistoletazo de salida a volver, todo lo que se pudiera, a la normalidad anterior a la pandemia.
Sin embargo, EE.UU. no cumplió el objetivo que se había planteado el presidente de llegar a ese día con el 70% de su población adulta con al menos una dosis de la vacuna.
Las esperanzas de lograr el cometido anunciado en mayo se fueron difuminando. Desde comienzos de abril, cuando se alcanzó un pico de más de cuatro millones de dosis inyectadas en un día, el ritmo se desaceleró drásticamente hasta llegar al millón diario.
Desde entonces, las autoridades sanitarias se inventan lo imposible para lograr que la vacunación no entre en un cuello de botella.
◼ Mayoría de hospitalizados sin vacuna
Por miedo o por dejadez, mucha gente en EE.UU. no se ha inmunizado todavía pese a la disponibilidad de dosis y las facilidades que dan las autoridades para que la población las reciba. Más del 97% de los hospitalizados por COVID-19 no están vacunados. Además, el 99,5% de las muertes se produjeron entre personas que no habían sido inmunizadas.