Dudas de la comunidad internacional ante el avispero de Haití
La comunidad internacional se muestra reticente a enviar una fuerza para combatir la violencia de las bandas que azotan a Haití, principalmente debido a experiencias pasadas y el temor a quedar atrapada en un conflicto mortal. Aunque la ONU ha insistido en la necesidad de ayuda, hasta el momento, no ha habido una respuesta significativa.
Los expertos informan que la violencia de las bandas que controlan gran parte del territorio de Puerto Príncipe, incluyendo francotiradores, violaciones y secuestros, está empeorando, pero el miedo a involucrarse en una misión arriesgada y potencialmente infructuosa ha frenado el envío de fuerzas internacionales.
En octubre pasado, el primer ministro haitiano solicitó una fuerza de intervención internacional para apoyar a la policía local superada por los grupos criminales. Países como Jamaica y Kenia están considerando la posibilidad de contribuir a la fuerza, pero ningún país quiere asumir el liderazgo. Estados Unidos, Canadá y Brasil se han mostrado reacios a tomar esa responsabilidad.
Los diplomáticos reconocen su frustración ante la urgente necesidad de intervención, pero muchos países temen enfrentarse a las bandas con fuerza militar debido al riesgo de bajas en sus filas y daños colaterales, especialmente en entornos urbanos donde las bandas podrían usar escudos humanos.
Si bien las discusiones aún no han determinado el número exacto de efectivos requeridos, los expertos sugieren que se necesitarían miles de soldados y policías. Algunos proponen una fuerza policial armada en lugar de una intervención militar. Sin embargo, el mandato de esta fuerza y los posibles riesgos de fracaso también preocupan a los expertos, quienes señalan que un proceso de transición política y el desarrollo económico también son fundamentales para lograr estabilidad en el país.
Haití ha enfrentado problemas políticos desde 2016, sin elecciones y con una legitimidad cuestionada para el primer ministro actual. La oposición haitiana teme que una intervención internacional solo apoyaría un gobierno ilegítimo, lo que complicaría aún más la situación.
Experiencias pasadas, como la epidemia de cólera provocada por los cascos azules nepalíes, han dejado un sabor amargo entre la población haitiana con respecto a las intervenciones internacionales. Ante la falta de progreso, el Consejo de Seguridad de la ONU ha pedido un informe sobre las opciones posibles, incluida una posible misión de la ONU. Sin embargo, es poco probable que la ONU recurra a una forma tradicional de mantenimiento de la paz, y una eventual fuerza policial sería diferente de lo que se ha visto hasta ahora.
La misión requerirá la aprobación del Consejo de Seguridad, y China se muestra escéptica debido a su preocupación por el tráfico de armas desde Estados Unidos hacia Haití. Aunque existen desafíos, muchos esperan que se encuentre una solución para abordar la crisis en Haití y proporcionar la ayuda necesaria.