02/04/2024 / Exitosa Noticias / Mundo / Actualizado al 02/04/2024
Nazareno Jara (19) fue hallado sin vida en el interior de su vivienda tras ser quemado vivo por su propio padre, la noche del 26 de marzo a metros de la esquina de Carlos H. Rodríguez y Mastropiedra, en el barrio de Cumelén, provincia de Neuquén, en Argentina.
Lamentable suceso
De acuerdo a las investigaciones del Ministerio Público Fiscal de ese país, Federico David Alejandro Costich, de 39 años, estuvo consumiendo una serie de estupefacientes durante tres días con su hijo y otra mujer, y tras una fuerte discusión que casi termina en golpes decidió enviarlo a dormir.
También manifestaron que entre la hipótesis que hicieron que el padre a cometa el terrible crimen estaría que sufrió alucinaciones y un brote psicótico que lo llevó a creer que su hijo era un sicario que quería asesinarlo, por lo cual tomó la decisión de prender fuego a unos trapos y arrojarlos a distintos lugares de la vivienda. La paranoia incluso lo habría llevado a encender las hornallas de la cocina y a arrojar encima un buzo bañado en aceite.
La mujer que estuvo en el momento del incidente, declaró que por miedo decidió escapar del lugar, al igual que Federico, pero la diferencia fue que él no mostró ningún remordimiento, todo lo contrario, caminó hasta la plaza frente a su casa y se quedó observando cómo se incendiaba sin inmutarse.
Se entregó a las autoridades
Ante la alarma de los vecinos por el humo y las llamas vivas, los bomberos arribaron a la escena y, tras apagar el incendio, encontraron los restos calcinados de Jara en el sector del lavadero. Era el único individuo que se encontraba en la casa durante el hecho, ya que el padre había sacado antes a su otra hija Agustina.
Ayudado por familiares, Federico Costich escapó y se mantuvo prófugo durante tres días. Sin embargo, se entregó en la Comisaría 3° de Neuquén, donde llegó acompañado por su abogado y confesó los hechos que acabaron con la vida de su hijo.
Maltrataba a su hija
Al ser llevado a juicio, durante la lectura de los cargos en su contra, ingresó a la sala de audiencias y al ver a Ana, la madre de Nazareno le mandó un beso. Ellos están separados desde hace 18 años y apenas mantienen contacto y ella lo tomó como una provocación.
Ana contó que el día de la muerte de su hijo llamó a Costich por teléfono. "¿Dónde está el nene?", le preguntó. "Muerto, ¿dónde va a estar? Agustina lo quemó", le contestó el imputado.
La jueza Estefanía Sauli dijo que las hipótesis de la defensa del padre no tienen sustento y son contradictorias, ya que su hija Agustina también fue víctima de maltratos físicos, le quemó la cara con un encendedor que convirtió en lanzallamas con la ayuda de un insecticida en aerosol, previo a la macabra escena que conmocionó a todos a nivel internacional.
De esta manera, el caso causó gran revuelo y la indignación de muchos al saber que Federico Costich acabó con la vida de su hijo Nazareno Jara al quemarlo vivo mientras dormía. La madre del joven de 19 años espera que se haga justicia.