31/12/2024 / Exitosa Noticias / Mundo / Actualizado al 31/12/2024
La tradicional celebración de Año Nuevo en Seúl, conocida por sus vibrantes luces y multitudinarios eventos, tomó un giro distinto este 2025.
En lugar de los habituales fuegos artificiales y gritos de júbilo, el centro de la capital surcoreana quedó en silencio mientras la campana Bosingak marcaba el inicio del nuevo año. Este acto fue dedicado a las víctimas del trágico accidente aéreo de Jeju Air, que dejó al país en duelo semanas atrás.
Una noche de reflexión y duelo colectivo
Miles de personas se reunieron en el centro de Seúl, no para celebrar, sino para rendir homenaje. Las autoridades decidieron apagar las luces y cancelar las festividades habituales como muestra de respeto hacia las familias de los afectados.
La campana Bosingak, un símbolo de renovación y esperanza, sonó en la oscuridad, creando un ambiente cargado de emociones y reflexión.
El accidente de Jeju Air, ocurrido en diciembre de 2024, marcó profundamente a la nación. El vuelo, que cubría la ruta Seúl-Jeju, sufrió una falla catastrófica que resultó en la pérdida de más de 170 vidas. El evento no solo conmocionó a Corea del Sur, sino que también generó una ola de apoyo internacional hacia las familias de las víctimas.
Un homenaje que unió a la nación
La decisión de conmemorar el Año Nuevo de esta manera fue ampliamente respaldada por la población. Ciudadanos dejaron flores y mensajes en las calles cercanas al lugar donde se llevó a cabo la ceremonia, mientras otros encendieron velas en sus hogares como señal de solidaridad.
"Es un momento para reflexionar, no solo sobre la pérdida, sino también sobre la importancia de la seguridad y la vida", expresó el alcalde de Seúl
Reacciones en redes y en el mundo
El homenaje tuvo un impacto global, con millones de personas compartiendo el emotivo momento a través de redes sociales. Usuarios destacaron la resiliencia del pueblo surcoreano y la solemnidad con la que enfrentaron esta tragedia.
La comunidad internacional también expresó su apoyo. Líderes de diversas naciones enviaron mensajes de solidaridad, mientras que organizaciones de aviación civil reiteraron su compromiso de fortalecer las normas de seguridad aérea para evitar tragedias similares.
La llegada del 2025 en Seúl no fue solo un cambio de año, sino un recordatorio de la fragilidad de la vida y la importancia de la unidad en los momentos más oscuros.
Este homenaje, marcado por la resonancia de la campana Bosingak en el silencio, quedará en la memoria colectiva como un símbolo de resiliencia, respeto y esperanza para el futuro.