Congreso de Bolivia evita la censura del ministro del Interior con golpes e insultos
El Congreso de Bolivia evitó entre golpes e insultos la censura a Eduardo del Castillo, ministro del Interior, quien se presentó a una interpelación por la detención del gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, detenido a fines del año pasado por la crisis de 2019 en el país altiplánico.
Los parlamentarios del oficialismo y la oposición no se tuvieron piedad y ante las declaraciones de Del Castillo actuaron de manera salvaje golpeándose unos con otros.
¿Qué pasó?
El ministro Eduardo Del Castillo, fue convocado por el Parlamento para dar un informe sobre el encarcelamiento a fines de diciembre pasado del gobernador de la región de Santa Cruz (este), Luis Fernando Camacho, principal figura de oposición en el país.
Como se sabe, mientras defendía la legalidad de la detención, Del Castillo criticó a los parlamentarios de Creemos, el partido de Camacho, y los calificó de "grupos radicales, ladrones, violentos que vinieron a robar la billetera del pueblo boliviano".
En medio de la intervención del ministro, un grupo de parlamentarias de oposición mostró pancartas con mensajes como "con presos políticos no hay democracia" y otro con una foto de Del Castillo y la leyenda "ministro del terror".
Inicio del pleito
En respuesta, un puñado de parlamentarias oficialistas se abalanzó sobre las opositoras para quitarles sus letreros con patadas, puños y tirones de pelo, según imágenes difundidas en la redes sociales.
Ante este suceso, el informe se suspendió por unos minutos y María René Álvarez, congresista del partido Creemos, culpó al ministro Del Castillo de haber promovido un clima de beligerancia entre casi 20 personas presentes en el recinto.
Por otro lado, el vicepresidente del Estado y presidente del Congreso, David Choquehuanca, anunció que convocará a los bloques políticos para evitar que se repitan estos incidentes.
Antecedentes
En junio de 2021 ocurrió un incidente similar cuando un legislador del Movimiento al Socialismo (MAS) y otro de la oposición se enfrentaron a golpes cuando también el ministro Del Castillo fue interpelado por la detención de la expresidenta interina Jeanine Áñez.
En los siguientes meses, Del Castillo deberá presentarse ante el Parlamento para responder al menos a otras cinco interpelaciones.
El incidente marca un nuevo episodio de polarización en el Congreso de Bolivia, donde la oposición asegura que en el país andino hay unos 180 presos políticos (incluidos, parlamentarios, ministros, entre otros), acusados por el gobierno izquierdista de apoyar un supuesto golpe de estado contra el expresidente Evo Morales en 2019 y de haber apoyado a su sucesora, la derechista Jeanine Áñez, también presa.