14/11/2019 / Exitosa Noticias / Mundo / Actualizado al 09/01/2023
La ola de violencia política que sacude a Bolivia, que incluye el bloqueo de carreteras, obligó al cierre de la frontera con este país, reduciéndose a sus mínimos niveles la actividad comercial entre ambos países.
En el caso de los Puestos de Control Fronterizo de Perú y de Desaguadero Bolivia, acordaron restringir temporalmente el trámite administrativo migratorio para las personas que se dirigen al país vecino.
Por el bajo flujo de viajeros en la localidad fronteriza de Desaguadero, el comercio ha disminuido en más de 20%, y las autoridades de uno y otro lado creen que la situación podría agravarse de continuar las protestas que han sumido a Bolivia en una grave crisis política y social.
El jefe encargado del Puesto de Control Migratorio en Perú, Gray Michell Barra Mollocondo, indicó que esta restricción se adoptó previa coordinación con Donato Quispe Calle, jefe de Puesto de Control Migraciones de Desaguadero Bolivia, con la finalidad de evitar que algún ciudadano salga afectado por los constantes enfrentamientos entre partidarios y opositores al presidente Evo Morales.
Representantes de la Superintendencia Nacional de Migraciones del Perú dijeron que desde el lunes pasado la frontera lució desolada, esto porque el movimiento de personas hacia uno u otro lado fue nulo.
"Las personas están atemorizadas por la situación que se vive en el lado boliviano, por eso es que están evitando viajar, el puesto de control está cerrado y tenemos entendido que la disposición continuará", explicó nuestra fuente.
El panorama es similar en cuanto al paso de vehículos. "El intercambio comercial también ha sido suspendido y no se ve ningún vehículo en la zona, en el lado peruano el personal está en sus puestos; pero evidentemente no hay flujo de viajeros", agregó nuestro informante.
Los días previos a esta situación hubo bloqueos en los pasos fronterizos, el sector del transporte pesado se sumó a las protestas sociales que exigían nuevas elecciones presidenciales para pacificar el país, afectado por un conflicto derivado de las denuncias de fraude en los comicios del 20 de octubre.
Ante la renuncia del presidente boliviano, Evo Morales, se espera que conforme transcurra el tiempo la situación se vaya normalizando, puesto que varios pobladores bolivianos viven del comercio.