Brasil cumple un año con un presidente que cree en Dios
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, pronunció su primer mensaje de Navidad y apeló a los valores de la familia tradicional, a Dios y al Ejército, pilares de un Gobierno que, según él, ya ha realizado “algunas conquistas” en su casi primer año en el poder.
“El Gobierno cambió. Hoy tenemos un presidente que valora la familia, respeta la voluntad de su pueblo, honra a sus militares y cree en Dios”, dijo el mandatario en su alocución de 2 minutos y 45 segundos, emitida por televisión y radio y en la que apareció acompañado por la primera dama, Michelle Bolsonaro, quien vestía una prenda con el nombre “Jesús”.
En su mensaje navideño, también aseguró que terminan 2019 sin denuncias de corrupción, pese a las acusaciones formales contra su ministro de Turismo, Marcelo Álvaro Antonio, al que mantiene en el cargo, y el escándalo que envuelve a uno de sus hijos.
“Estamos terminando 2019 sin ninguna denuncia de corrupción, el mundo volvió a confiar en Brasil, el perfil ideológico dejó de existir en nuestras relaciones comerciales”, garantizó.
La Fiscalía de Brasil acusa al ministro de Turismo de promover “candidatos fantasmas” en el estado de Minas Gerais (sureste) con la intención de aumentar los recursos del “fondo partidario”, constituido con dinero público y destinado a financiar campañas políticas. Bolsonaro ha abierto la puerta a una posible destitución en caso de que los tribunales acepten los cargos.
Por su parte, Flávio Bolsonaro es investigado por presunto lavado de dinero. La semana pasada fueron allanados varios inmuebles pertenecientes a él, a sus exasesores de la Asamblea Legislativa de Río y a la segunda exesposa del presidente Bolsonaro, por orden del Ministerio Público de Río que sospecha sobre la participación del hijo del mandatario en un esquema de empleados “fantasma”.
Volvió la esperanza
El gobernante, líder de la extrema derecha en Brasil y capitán de la reserva del Ejército, también señaló que 2019 ha sido un año “muy especial”, de “algunas conquistas” y aseguró que la “esperanza volvió a Brasil”.
“Sabía que no sería fácil asumir Brasil con una profunda crisis ética, moral y económica. Agradezco a ministros, servidores y empresarios por la confianza y el crecimiento del país, y al pueblo brasileño por la comprensión y oraciones que nos llevaron a varias realizaciones”, expresó.