Bandos beligerantes en Sudán acuerdan una tregua de 24 horas
El ejército y los paramilitares de Sudán han acordado un alto el fuego de 24 horas a partir del sábado, tras la mediación de Estados Unidos y Arabia Saudita. Este nuevo alto el fuego se suma a otros que apenas han sido respetados desde el inicio del conflicto el 15 de abril. Las partes involucradas se han comprometido a cesar la violencia durante este periodo y permitir la llegada de ayuda humanitaria en todo el país.
El conflicto ha provocado más de 1.800 muertes, según la organización ACLED, y ha desplazado a casi dos millones de personas, dejando a 25 millones de habitantes necesitados de ayuda humanitaria, según la ONU. Los hospitales en las zonas afectadas funcionan solo parcialmente, lo que agrava la crisis en medio de la llegada de las lluvias, que aumentan los riesgos de paludismo, inseguridad alimentaria y desnutrición infantil.
El jefe del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Alfonso Verdú Pérez, informó que solo el 20% de los centros de salud en Jartum están operativos y que las necesidades son enormes en términos de agua, electricidad, alimentos y suministros médicos. El CICR ha proporcionado material quirúrgico a diez hospitales de la capital, pero aún queda mucho por hacer.
Los intermediarios sauditas y estadounidenses que supervisan las negociaciones entre las partes en Yedá, Arabia Saudita, advirtieron que si el alto el fuego no se respeta, considerarán posponer las discusiones. Además, el gobierno sudanés declaró persona "non grata" al enviado de la ONU, Volker Perthes, acusándolo de contribuir al estallido del conflicto al ponerse del lado de ciertos partidos políticos y excluir a otros. El general Burhan, líder del ejército, había solicitado anteriormente el cese de Perthes, alegando que era responsable de la guerra al ocultar la situación explosiva en Jartum en sus informes.
Mientras tanto, los combates continúan en los alrededores de la fábrica de armamento de Yarmuk, en Jartum, el mayor complejo militar de Sudán. Testigos informaron de explosiones y un incendio en la instalación petrolera de Al Shajara, cerca de Yarmuk. Los enfrentamientos entre militares y paramilitares han persistido durante más de 48 horas, y los residentes informan de bombardeos en los barrios del este de la capital.
A pesar de los esfuerzos por lograr un alto el fuego y buscar una solución diplomática, el conflicto en Sudán continúa causando estragos humanitarios y amenaza la estabilidad del país. La comunidad internacional debe intensificar sus esfuerzos para promover un diálogo constructivo y garantizar la entrega de ayuda urgente a los afectados por la guerra.