Argentina: Condenan a 45 y 42 años de cárcel a dos curas por violar niños
El caso de las violaciones sexuales cometidas por religiosos a alumnos sordomudos y de baja audición del Instituto Antonio Próvolo de Mendoz?a ha dado una de las noticias más impactantes del año. Un tribunal penal condenó a dos sacerdotes a 45 y 42 años de prisión y a un jardinero a 18 años por los abusos sexuales a chicos discapacitados que asistían al lugar, al cumplirse tres años desde que salieron a la luz las primeras denuncias.
La sentencia a los religiosos Nicola Corradi (42 años de cárcel) y Horacio Corbacho (45 años) y al jardinero Armando Gómez (18 años en prisión), imputados por 20 hechos de abusos sexuales y como responsables de la guarda de los menores, se difundió a puertas cerradas por tratarse de delitos de acción privada, aunque fue transmitido en vivo por Internet. La condena tiene un impacto mundial: es la primera vez que son enjuiciados en 50 años de denuncias de violaciones, abuso sexual, maltratos y corrupción de menores, los sacerdotes de esta orden religiosa con sedes en Verona, Italia, en La Plata y Mendoza, en Argentina.
Encubrimiento
Como parte de la sentencia, la Justicia obliga al Ministerio de Salud de Mendoza a dar tratamiento psicológico a las víctimas y una serie de medidas reparadoras, como la mayor difusión de la enseñanza de la lengua de señas en los colegios.
Al escuchar el veredicto condenatorio los tres acusados se mostraron callados, con la miraba baja, inmutables. Dentro de la sala estaban las víctimas y sus familiares. Los exalumnos expreEl caso de las violaciones sexuales cometidas por religiosos a alumnos sordomudos y de baja audición del Instituto Antonio Próvolo de Mendoz?a ha dado una de las noticias más impactantes del año. Un tribunal penal condenó a dos sacerdotes a 45 y 42 años de prisión y a un jardinero a 18 años por los abusos sexuales a chicos discapacitados que asistían al lugar, al cumplirse tres años desde que salieron a la luz las primeras denuncias.saron su emoción con los brazos en alto y el vaivén de sus manos como si fuera la balanza de la Justicia, que en lengua de señas simboliza haber alcanzado la verdad.
La responsabilidad de la Iglesia católica en el encubrimiento y traslado a otras sedes de estos curas pederastas quedó al descubierto cuando se supo que el cura Corradi ya había sido señalado por delitos similares en el Instituto Antonio Próvolo de Verona, sin que fuera juzgado y que el papa Francisco había sido notificado que el religioso dirigía un centro similar en Argentina.