Argentina: Alberto Fernández juró como presidente
El peronista Alberto Fernández juró este martes el cargo de jefe de Estado de Argentina en una ceremonia en el Congreso de la Nación, en Buenos Aires, ante autoridades del Estado y con presencia de varios mandatarios internacionales.
En su primer discurso como presidente del país trasandino, Fernández recalcó que llega al poder para "convocar a la unidad de toda la Argentina" en pro del bienestar de toda la población, en especial de los más postergados, en medio de la grave crisis económica que arrastra el país desde 2018.
"Vengo a convocar a la unidad de toda la Argentina, en pos de la construcción de un nuevo contrato ciudadano social que sea fraterno y solidario", dijo el líder peronista.
En la sesión de la Asamblea Legislativa -órgano parlamentario que engloba a los senadores y los diputados-, Fernández recibió de su antecesor, Mauricio Macri, la banda y el bastón presidencial y juró el cargo ante la titular saliente del Senado, Gabriela Michetti, antes de que la exmandataria Cristina Fernández hiciera lo mismo como nueva vicepresidenta del país.
La vicepresidenta Cristina
El momento más tenso se vivió cuando Macri se acercó a saludar a la expresidenta, quien no ocultó su desagrado.
En medio de cánticos de la marcha peronista y entre "presidente, Alberto presente", el nuevo mandatario y la nueva vicepresidenta juraron desempeñar sus cargos con "lealtad y patriotismo" y "observar y hacer observar" el cumplimento de la Constitución.
El traspaso presidencial se produjo sin contratiempos, a diferencia de lo que ocurrió en 2015, cuando de cara a la investidura de Macri, Cristina Fernández, entonces presidenta y en medio de fuertes diferencias con su sucesor, optó por no acudir a la ceremonia, por lo que fue el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, el encargado de tomarle juramento al mandatario electo.
Fernández, que sucede en el cargo a Mauricio Macri, deberá enfrentar un complicado escenario económico marcado por la elevada deuda pública, una frágil moneda nacional, la subida constante de los precios y la escalada del desempleo y los niveles de pobreza.