Alberto Fernández se compromete con la legalización del aborto
“Dentro de los próximos diez días, presentaré un proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo que legalice el aborto en el tiempo inicial del embarazo”, dijo al abrir el año legislativo con una medida que recibió el más efusivo y prolongado aplauso en el Parlamento, además de una ovación de millares de manifestantes frente al Congreso.
Con su discurso, Fernández marcó las prioridades del gobierno, a 81 días de su asunción. Debido a este acto tuvo que declinar la invitación a la toma de mando del presidente uruguayo Luis Lacalle Pou en Montevideo.
En otro momento clave de su discurso y acerca de la crisis de la deuda argentina, el presidente sostuvo que “lo más importante es que el acuerdo al que lleguemos con los acreedores sea sostenible”.
“Necesitamos un acuerdo que le permita a Argentina ponerse de pie y no volver a caer. Eso es innegociable”, dijo sin dar precisiones de la propuesta de reestructuración de la deuda en las próximas semanas ante el Fondo Monetario Internacional y los bonistas.
Abortos clandestinos
Fernández se dirigió ante un Congreso donde el peronismo y sus aliados tienen mayoría en el Senado y son la primera fuerza en la cámara baja.
“El aborto sucede, es un hecho”, al que mujeres recurren “en la más absoluta clandestinidad”, dijo el mandatario, un peronista de centroizquierda.
En Argentina, el aborto es legal solo en casos de violación o peligro de vida de la mujer. Pero cada año se practican unos 400,000 abortos clandestinos, según organizaciones femeninas.
“Toda sociedad necesita respetar la decisión individual de sus miembros a disponer libremente de sus cuerpos”, aseguró ante la algarabía de numerosas legisladoras que militan por el proyecto.
Centenares de miles de personas se han movilizado en estos años en favor del proyecto, identificadas con pañuelos verdes, pero también hay multitudinarias marchas en contra organizadas por distintos sectores religiosos, embanderados con el color celeste.