Al menos dos muertos en bombardeo contra una región rusa fronteriza con Ucrania
Dos personas perdieron la vida en un ataque aéreo contra la región rusa de Belgorod, que limita con Ucrania, en medio de una nueva oleada de ataques por sexto día consecutivo. Durante los últimos días, Belgorod ha sido blanco de incursiones y bombardeos intensos, sin precedentes desde el inicio de la ofensiva rusa en Ucrania en febrero de 2022.
El gobernador regional informó que las fuerzas ucranianas lanzaron proyectiles que cayeron en una carretera cerca de la ciudad de Shebekino, a pocos kilómetros de la frontera. Como resultado, dos mujeres que viajaban en uno de los vehículos murieron a causa de las heridas. Además, otras dos personas resultaron gravemente heridas.
Estos ataques se producen en un momento en el que Kiev afirma estar preparando una gran contraofensiva para recuperar los territorios capturados por Moscú, incluida la península de Crimea anexionada en 2014.
Los bombardeos del viernes ocurrieron un día después de que el ejército ruso afirmara haber frustrado un intento de "invasión" ucraniana en Belgorod mediante el uso de artillería y fuerza aérea. Hace una semana, una incursión de hombres armados en esa zona causó conmoción en el país. Los ataques fueron reivindicados por grupos de voluntarios rusos pro-Kiev, aunque las autoridades ucranianas negaron cualquier implicación.
Ante la intensificación de los ataques, parte de la población de Shebekino decidió huir. El gobernador informó que más de 2.500 personas, de las 40.000 que vivían en la ciudad antes del conflicto, fueron acogidas en centros de alojamiento temporal en la región. Un estadio en Belgorod se convirtió en un centro de alojamiento temporal al que acudieron 1.000 personas.
En la madrugada, la defensa aérea rusa derribó varios drones cerca de Kursk, otra ciudad cerca de la frontera, y el gobernador de la región pidió a los habitantes que permanezcan tranquilos. Del lado ucraniano, las autoridades informaron que tres personas murieron en ataques rusos en las ciudades ocupadas de Donetsk y Makíivka, en el este de Ucrania.
Kiev también sufrió una nueva oleada de bombardeos con drones explosivos y misiles, pero no hubo víctimas. Las autoridades militares locales denunciaron el terror que suponen los ataques aéreos sobre la capital y afirmaron que lograron destruir los misiles y drones lanzados.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, calificó la guerra iniciada por el presidente ruso, Vladimir Putin, en Ucrania como un "fracaso estratégico" para Rusia, ya que debilita significativamente el poderío militar, económico y diplomático del país. Blinken rechazó cualquier alto el fuego que fuera desfavorable para Kiev y abogó por armar a Ucrania como la única vía hacia una verdadera paz.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, defendió la adhesión de su país a la OTAN y la Unión Europea durante una cumbre en Moldavia, lo cual fue criticado por el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. El enviado chino para Ucrania, Li Hui, también señaló que aún existen muchas dificultades que impiden que Rusia y Ucrania inicien conversaciones de paz.